viernes 19 de abril de 2024

¡LA VIRGEN CONOCE LAS DIFILCUTADES DE LOS MARGINADOS! Arzobispo de Maracaibo monseñor José Luis Azuaje pide «no olvidar a los pobres»

El arzobispo Azuaje señaló en la misa de la Chinita: «En la Virgen el pueblo se aferra a Dios». “Hasta la persona más indigente lleva en sí la imagen de Dios”.

“La Virgen conoce de cerca las dificultades de quienes están marginados”. Una invitación al servicio y a no olvidar a los pobres, a los humildes, extendió el arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje, en la  misa solemne por el día de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

El prelado recordó que, hace 311 años, la Chinita quiso venir a nosotros a través de la humildad de una Tablita y por manos de una mujer pobre, que refleja la predilección de Dios con los más humildes. “Nos acompaña la Madre de Dios que de modo particular es la Madre de los pobres”.

La Virgen conoce de cerca las dificultades de quienes están marginados, porque Ella dio a luz en un establo, bajo la amenaza de Herodes huyó a otro país y la condición de refugiado marcó a la familia de Dios encarnado, destacó.

Dijo, al inicio, que la eucaristía la ofrecía a los migrantes y enfermos de covid-19. Sobre los primeros recordó la divulgación de un reciente documento, titulado Pies para qué te tengo, en el que más de 200 venezolanos exponen al mundo, a los gobiernos y a las sociedades sus experiencias al emigrar, las razones por las que tuvieron que partir y ambientes que han hallado lejos de su tierra.

A todos los que  se han ido del país, el prelado les dijo: “La Madre los ama y los acompaña donde se encuentren”. Les agradeció por extender en el mundo esta bella devoción.

Para quienes han contraído el covid-19, Azuaje deseó pronta recuperación, “sabiendo que la Chinita es la campeona de la salud  y cuida con afecto maternal a este mundo herido”.

El arzobispo, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, manifestó: “Por la pandemia  volvemos a lo interno de la Basílica de la Chinita para celebrar los 311 años de su presencia en esta tierra, donde Ella ha querido quedarse como madre amorosa que cuida a este pueblo”.

Recordó a que “nuestra actitud como cristiano debe estar ligada a la de la Virgen, en la disponibilidad de acoger el misterio de amor ofrecido por Dios, en la disponibilidad en el escucha,  en ofrecer amor a los más necesitados y en la  disponibilidad en el servicio”.

En la Basílica se cumplieron las medidas de bioseguridad y se respetó el aforo acordado. Asistieron sacerdotes, miembros de grupos apostolado, servidores de María y la coral de voces blancas de esta sociedad religiosa. Por las autoridades estuvieron el ministro de Turismo, Alí Padrón, y el alcalde de Mara, Luis Caldera.

“María se presenta como compañera de un pueblo  que no se entrega, es un pueblo que va en salida. En la Virgen el pueblo se aferra a Dios, no de manera romántica, sino de una manera realista y vital, pues  Ella sabe que la misericordia de Dios sigue a los fieles de generación en generación”, reflexionó el prelado.

En palabras del arzobispo, “la Virgen nos lleva a su Hijo, al Dios encarnado, y en este caminar tienen mucho que ver la oración y el encuentro con los más necesitados, la oración y solidaridad con los que más sufren”.

Remarcó: “Hasta la persona más indigente lleva en sí la imagen de Dios”.

Haciendo suyas palabras del papa Francisco, monseñor Azuaje dijo que la bendición del Señor desciende y logra su propósito cuando va acompañada del servicio a los pobres.

Pidió abandonar la oración todo para mí, la intimista; y se abrace una que nos comprometa y esté abierta a Dios.

Capítulo aparte en la homilía significó el hecho de recordar cuáles son las actitudes que deben distinguir a un cristiano: “Amen con sinceridad, aborrezcan el mal y tengan pasión por el bien, vivan en armonía unos con otros, no busquen grandezas; pónganse a la altura de los humildes, no se tengan por sabios y no maldigan nunca”.

«Resguardemos la salud»

Monseñor dedicó unos minutos a la salud en tiempos de covid-19.

Pidió cuidarnos para cuidar, «estamos en pandemia, el virus está cerca, no bajen la guardia. Hemos abierto los templos con todas las recomendaciones y protocolos… respetando el aforo. Por eso le pediria a la comunidad por favor no exijan más a los sacerdotes párrocos de lo que podamos dar.

Recordó que están prohibidas las misas en casas de familias, en garajes y en locales no aptos. «Este es un momento delicado, aún no hay normalidad, hay enfermedad y  debemos cuidarnos», dijo Azuaje.

A la espera de ver a la Virgen

El prelado recordó que la Reliquia saldrá en el María móvil  a recorrer caminos de Maracaibo y otros municipios este mismo 18-N. «Siéntanla cerca, Ella va a fortalecer nuestra fe en Cristo Jesús. Acompañemos este recorrido con una oración o una idea bonita, porque María es la expresión de la ternura y bondad más grande que pueda existir».

NAM/PANORAMA