Nunca una resaca de Champions había dado tantos dolores de cabeza. Desde su victoria el 26 de mayo en Kíev, el Real Madrid no ha sumado más que líos y disgustos y ha acabado finalmente por perder a sus dos grandes referentes: Zinédine Zidane y Cristiano. A cinco semanas del comienzo de la Liga, Florentino Pérez necesita improvisar unos fichajes de calidad que devuelvan la ilusión a un madridismo desconcertado y atónito.
La empresa se presenta imposible. El Madrid sabe que en el mercado no hay nadie que aporte ni de lejos los cincuenta goles por año de Cristiano en sus nueve temporadas. Pero no son sólo estadísticas. Tampoco nadie se le podrá acercar en su ascendente sobre una plantilla a la que contagiaba su voracidad competitiva.
Si el portazo de Zidane pilló a todo el club con el pie cambiado, el del crack portugués podía intuirse porque el paso de los días no mostraba ningún síntoma de acercamiento entre Florentino y Cristiano; más bien todo lo contrario. Para el club, Cristiano había sobrepasado todas las líneas rojas con su comportamiento en Kíev y ya no había marcha atrás.
Florentino Pérez está obsesionado con traer a Neymar; sin embargo, el madridismo no lo quiere
Desde hace meses, prácticamente desde el emparejamiento del Real Madrid con el PSG, en los despachos de Concha Espina se ha ido sondeando el mercado pues se contemplaba la posibilidad de un Madrid poscristiano. Todo se fue retrasando a medida que el equipo fue superando todas las eliminatorias de Champions hasta llegar a la final de Kíev y ganarla.
En ese Madrid sin el crack portugués, para nadie es un secreto que Florentino Pérez sólo tiene un nombre: Neymar, un jugador que se le escapó siendo un crío que había pasado pruebas en Valdebebas y al que considera el único capaz de ostentar el trono del fútbol, desde hace una década en manos de Cristiano y Messi. Emisarios del Madrid han contactado con la familia de Neymar en Brasil y creen que hay posibilidades, aunque tampoco se fían del entorno del jugador y saben que traerlo no va a ser una cuestión de dinero, sino de que sea el propio Neymar el que plante al PSG para venir al Madrid. En todo caso, la idea de Florentino sería esperar un año y jugar a fondo todas las bazas para incorporarlo en el verano del 2019.
Hazard puede ser el primer fichaje pero hay dudas porque taparía a Isco o a Marco Asensio
Con todo, a día de hoy Neymar no sería recibido en el Santiago Bernabeu con los brazos abiertos. Las encuestas que maneja el Madrid reflejan que más del 90% de sus seguidores prefieren antes a Mbappé que a Neymar.
Con el caso de Mbappé, el Madrid tiene otro problema distinto. La temporada pasada tenía prácticamente cerrado un acuerdo con el jugador del Mónaco y Florentino dejó la decisión de ficharlo o no en manos de Zidane. El técnico lo rechazó porque no quería meter en su vestuario a un jugador con 18 años recién cumplidos y 15 millones netos de salario. Demasiado para los pesos pesados de la plantilla. A día de hoy, Mbappé no quiere moverse del PSG ni de su ciudad natal, París.
Muy improbables estas dos opciones consideradas galácticas, el Madrid maneja otras ya de un escalón inferior. El jugador que podría estar más cerca de fichar es el belga Eden Hazard, que está completando un gran Mundial y no ha querido renovar por el Chelsea. En este caso, el problema es más de orden interno. ¿Necesita el Madrid un jugador que quitaría minutos a Isco o a Marco Asensio?, es la pregunta que se hacen en la casa. Otro que gusta mucho es Harry Kane, pero acaba de renovar hasta el 2024 por el Tottenham. En este caso el Madrid siente escalofríos cuando piensa que tiene que ponerse a negociar otra vez con Daniel Levy, el chairman del Tottenham. Sí se da por segura la contratación de un portero, con el belga Courtois como el mejor colocado. Este sí está loco por venir.
NAM/LA VANGUARDIA
