Transitar las calles de Maracaibo y las avenidas y no voltear a mirar el basurero o pasar a su lado indiferentes se llamaría indolencia y, a pesar de los esfuerzos –hay que reconocerlos- que está haciendo la Alcaldía de Maracaibo en el ornamento, limpieza y ordenamiento de la ciudad, aún Maracaibo sigue forrada de basura, sigue reclamando un verdadero y eficiente servicio de recolección de desechos sólidos, que los esfuerzos valgan la pena y se hagan notar.
Las fotos pertenecen a varios puntos de la ciudad; la prolongación Circunvalación 2 a la altura de la urbanización Tierra del Sol con dirección hacia La Limpia. En la misma vía, pero un poco más atrás, a la altura de Licores El Potro, por donde quedaba la antigua Mueblería La Surtidora, posteriormente llamada Sol y Luna.
Si seguimos por toda la Circunvalación 2, sentido norte-sur, a la altura de Las Marías, San Miguel, San Rafael, Simón Bolívar hasta llegar al Distribuidor que empalma con Sabaneta, igualmente de lado y lado se ven montañas de basura y, aun cuando, ciertamente, se han observado camiones recogiendo los desechos, es mucho más el tiempo que pasa la basura allí acumulada que lo que se observa limpio el lugar.
Las otras fotos que se observan corresponden al sector Cuatricentenario, que es uno de los más afectados con los basureros. Todo ese perímetro que rodea el sector Los Plataneros se muestra atestado de basura en cada esquina y si a eso se le suma los botes de agua potable y servida, el asunto empeora.
Cultura del desecho
Es fácil achacar todo el problema a la municipalidad, pero la comunidad también debe autoevaluarse y pensar cuánto le está aportando a la crisis. Nadie presenta una solución, aporta una idea o busca, entre vecinos, tratar de generar algún tipo de iniciativa tendiente a mejorar la situación.
Es más fácil montar las bolsas de basura en los autos, llegar a la primera esquina donde se vea el montículo de basura y lanzar allí la suya contribuyendo al caos.
Posteriormente, la basura comienza a descomponerse, si hay restos de comida aquello comienza a generar malos olores, la proliferación de gusanos, cucarachas, moscas y otros bichos acrecentando aún más la contaminación, para al final cerrar con broche de oro, la quema de basura, la peor de todas las prácticas, con un altísimo nivel de inconsciencia sobre los gravísimos daños que eso representa.
Valga el reportaje para generar consciencia colectiva, ciudadana e institucional. Es momento que Maracaibo comience a recibir otro trato y que la misma gente practique el amor que le profesan cuidándola y protegiéndola.
Compactadores
Recientemente, la Alcaldía recibió unos camiones compactadores que van a ir resolviendo la situación, pero, sin una campaña de conciencia ciudadana y de un gobierno que haga gestión junto con el pueblo, es poco lo que se podrá solucionar.
NAM/Comunidades
