Muchas son las historias ejemplares que surgen producto de las protestas. Un testimonio de valentía y perseveranza es el de la «Abuelita del Casco Rojo» quien ha estado presente en las manifestaciones en 77 oportunidades de los 88 días posibles.
La adulta de 58 años manifestó que “Viene a las marchas porque sus hijos se fueron del país». «Soy diabética, no consigo los medicamentos. Para morir en una cama, prefiero que sea en una protesta de estas. Igualmente me voy a morir y en mi casa no me voy a quedar”, expresó.
A pesar de su constancia la mujer del casco rojo, expresa preocupación en sus palabras, ya que no consigue la medicina para controlar la enfermedad ni otros dos paliativos que le servirían para sostenerse. «Estoy expuesta a caer en un coma diabético, no se consigue nada», dijo entre lamentos.
Pese a su grave padecimiento y al peligro que involucra asistir a las protestas, «La Abuelita del Casco Rojo» señaló que no teme acompañar y ayudar a “sus hijos” en las manifestaciones. “No tengo miedo. Me han dado perdigonazos y el miedo lo perdí. Ese dolor no es tan fuerte como perder a Venezuela. Prefiero morir en la calle, en resistencia, que en una cama”, afirmó con contundencia.
Finalmente, envió un mensaje de esperanza a los jovenes manifestantes a quienes considera «sus hijos». “Nosotros vamos a triunfar, porque el bien vence al mal”. De igual forma, Aseguró que pese a la crisis económica, política y social actual, tiene esperanzas de que vendrá un cambio positivo. “Esos muchachos van a tener un futuro garantizado aquí en su país, lleno de todo lo que nos merecemos”.
NV1/EL NACIONAL
