La tranquilidad del páramo Las Porqueras se vio interrumpida la tarde-noche del sábado cuando algo inusual perturbó la paz. Lugareños divisaron en el cielo un pequeño avión dando vueltas en círculos y luego de desaparecer por entre las montañas, se escuchó una fuerte estruendo. Se había precipitado a tierra una aeronave, aparentemente de procedencia brasilera. La tragedia se convirtió en la comidilla del agradable y pequeño caserío hasta el momento de realizarse la compleja planimetría y rescate.
Por las tarjetas bancarias y otros documentos, las autoridades lograron la identificación de las dos personas fallecidas en el accidente aéreo que se produjo hacia la zona conocida como “Las Lagunas”, en los páramos Batallón y La Negra, Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza, municipio Jáuregui, estado Táchira, zona también conocida como páramo Las Porqueras.
Los vecinos alertaron a las autoridades mediante mensajes de voz colgadas en las redes sociales, en tanto que otros emprendieron el ascenso hasta el lugar del impacto, con la esperanza de prestar auxilio a posibles sobrevivientes, pero al llegar al sitio se encontraron con dos cadáveres, atrapados en los hierros retorcidos en que quedó convertida la pequeña aeronave.
“Lamentablemente, nos encontramos con los cuerpos sin vida de dos personas del género masculino y pese a que se logró una identificación preliminar a través de documentos encontrados en la destrozada avioneta, debemos verificar, antes de revelar los detalles”, comentó un funcionario.
Las personas de la zona insistían en que, posiblemente se trataba de una aeronave de bandera brasilera, situación que parece ser corroborada por un documento encontrado en entre los escombros, en la parte externa del avión.
Un testigo presencial del hecho y baquiano de la zona explicó que “para llegar al sitio donde se estrelló la avioneta hay que entrar por la zona de las antenas, en motocicleta o vehículo rústico, por tratarse de la ruta más corta, ya que por el sector de Las Porqueras es más lejos y difícil”.
Fue en esa zona donde se concentraron durante la noche del sábado las operaciones por parte de los organismos de socorro y rescate, así como de investigación policial.
Difícil operción
Las malas condiciones climatológicas, un intenso frío y el terreno accidentado, se convirtieron en fuertes escollos a superar en medio de la oscuridad de la noche, cuando partieron las primeras comisiones.
Algunos funcionarios pernoctaron en Las Porqueras, para emprender camino con las primeras luces del alba.
También partieron socorristas desde Portachuelos, a través de una ruta que conduce directamente al sector El Cenegón, donde estaba la aeronave siniestrada.
En ese lugar se encontraron los restos de la avioneta, destrozada en su totalidad, y los dos cadáveres.
Es de destacar que la nave no tenía siglas visibles, por lo que se desconoce el origen de la misma. A pesar de que los lugareños comentan que pudiera tratarse de un avión brasileño, esto no ha sido confirmado por las autoridades, que mantienen silencio, pese a que los dos tripulantes muertos son de esa nacionalidad.
Los chequeos realizados en diversos aeropuertos del país no dieron cuenta de ningún aparato desaparecido, ni de contactos radiales con naves volando en esa zona del estado Táchira.
Todos los aviones que el sábado salieron de los diferentes aeropuertos del país llegaron sin novedad a sus lugares de destino, se comentó luego.
También se dijo que en la zona donde ocurrió el accidente no existe ninguna aerovía autorizada, y no se descarta que la nave hubiera llegado allí debido a que su piloto perdió el rumbo.
Las operaciones de rescate estuvieron fundamentalmente dirigidas por personal del Cuerpo Civil de Guadaparques, región Táchira, bajo el mando del guardabosque supervisor Elis Benavides, por tener amplio conocimiento del terreno.
Igualmente, el Cuerpo de Bomberos de La Grita, comandado por el capitán César Sandoval, primer comandante; la Policía del estado Táchira, Cuerpo de Bomberos Forestales de Mérida, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Grupo de Rescate Impalmar, de Bailadores, estado Mérida, y detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, delegación municipal de La Grita, que inmediatamente después de reportado el accidente partieron hacia la zona de impacto para dar inicio a las investigación y proceder al levantamiento de los dos fallecidos, que fueron llevados a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal para las respectivas autopsias.
La aeronave fue encontrada exactamente en un terreno escarpado del sector denominado «La Cuchilla», entre El Cenegón y Laguna Grande, distante a más de media hora en motocicleta desde la entrada del sector de Portachuelo. Este sector pertenece al municipio Sucre del estado Táchira.
Debido a la fuerza del impacto contra el terreno, la nave quedó destrozada. Afortunadamente no se incendió, por lo que los investigadores lograron ubicar algunas partes con seriales y escritos que serán de utilidad para la investigación.
La autoridad mantiene un total hermetismo sobre el caso y se abstuvieron de hacer comentarios. Sí se dijo que en la nave siniestrada no fue encontrada droga, ni ninguna mercancía sospechosa, saliéndole al paso a los comentarios de calle.
No obstante, las investigaciones se encuentran en pleno desarrollo. Un funcionario de la Policía Estadal comentó que mientras las comisiones bajaban con los cadáveres se encontraron en el camino con funcionarios de la Brigada de Criminalística del CICPC, pertenecientes a la oficina de San Cristóbal, que iban subiendo para realizar experticias, rastreos y reactivación en los restos de la nave.
Se espera que en el transcurro de las próximas horas, cuando el panorama esté más claro, las autoridades regionales suministren otros detalles y aclaren las interrogantes que han surgido sobre el caso.
NAM/Diario La Nación/
Fotos Cortesía: @DavidGlock_
