El nuevo presidente de México aseguró el jueves que el robo de gasolina _que representa 3.000 millones de dólares cada año de los depósitos de combustible y oleoductos estatales del país_ ha contado con la colaboración de empleados deshonestos del gobierno.
El presidente Andrés Manuel López Obrador precisó que los ladrones no solo han perforado las tuberías del gobierno. Dijo que varios empleados de la compañía Petróleos Mexicanos (Pemex) robaron combustible y lo distribuyeron, o bien ayudaron a los ladrones al asegurarse de que el combustible continuara fluyendo a través de las tuberías.
El principal fiscal de la nación dijo el jueves que se han abierto investigaciones penales contra tres empleados de la empresa estatal Pemex.
Aunque los ladrones perforan un promedio de 42 tomas ilegales por día, López Obrador dijo que eso representa apenas el 20% de las pérdidas. Dijo que el resto fue robado de los centros de distribución a bordo de camiones cisterna.
Las autoridades dicen que ya han reducido los robos desde que López Obrador asumió el cargo el 1 de diciembre.
NAM/AP
