viernes 29 de marzo de 2024

¡INSPIRACIÓN WI-FI! Google y emprendedores cubanos presentan desfile de modas

Camisas de tela rústica con manchas de pintura blanca, botas de cuero como las que usan los constructores y monos estampados con el símbolo de Wi-Fi se pasearon por el Museo de Bellas Artes, uno de los centros culturales estatales más destacados de Cuba.

La iniciativa conjugó el diseño de Clandestina, una marca de moda desarrollada por jóvenes emprendedores cubanos, con el auspicio de Google, que busca desarrollar el acceso a la red en un país que aún tiene baja conectividad.

“Google nos da algo en lo que inspirarnos”, dijo a periodistas Idania del Río, diseñadora y fundadora de Clandestina, que cuenta con una tienda en el casco histórico de La Habana y una página de internet desde la cual se venden sus creaciones, algo inusual en la isla.

La colección tuvo el sugestivo título de “País en Construcción” y en muchas de las prendas junto al ícono triangular del Wi-Fi se repetían las letras “PEC”. El desfile convocó a varios cientos de personas.

Como Del Río, de 36 años, muchos jóvenes en Cuba desean un mayor acceso a internet para desarrollar sus carreras o negocios.

Tras dos décadas de retraso en el ingreso a internet, Cuba busca ahora desarrollar la conectividad. Pero son pocas las personas que tienen acceso desde sus hogares y aún no se lanzó el servicio de datos móviles.

“Clandestina… está a la vanguardia de lo que es posible en Cuba. Son íconos, son pioneros en avanzar. Están al frente de un movimiento social y para nosotros fue una participación natural”, explicó Susanna Kohly Jacobson, directiva de Google en la isla.

La inmensa mayoría de los cubanos suele inundar cada día parques y centros públicos con Wi-Fi desde donde se conectan sobre todo para hablar con familiares en el extranjero, navegar por internet y, en el caso de los jóvenes, acceder a las redes sociales como Twitter, Facebook o Youtube.

Las autoridades prometieron que este año estará disponible el servicio de datos para teléfonos móviles.

Aunque todavía oneroso para los cubanos -en estos 700 sitios la conexión cuesta el equivalente a un dólar la hora-, los precios han bajado al tiempo que se instalaron facilidades en algunos hogares a manera de prueba.

Desde los años noventa Cuba usa conexiones satelitales -lentas y caras- para dar el servicio que era restringido a empresarios extranjeros o diplomáticos debido a que el embargo estadounidense no le permitía usar los cables submarinos que pasaban cerca de la isla.

En 2013, mediante un convenio entre la nación caribeña y Venezuela, se logró la puesta en marcha de una fibra óptica.

Actualmente hay cinco millones de líneas de teléfonos celulares -contra un millón en 2010- y dos millones de cuentas Nauta, un sistema que permite ver correos electrónicos en el móvil sin tener datos.

En paralelo, el expresidente Raúl Castro aplicó una reforma económica que hizo posible el desarrollo de emprendedores privados como Clandestina.

El lema del desfile -“País en Construcción”- buscó reflejar esos cambios.

“No es provocativo, irreverente; es un camino a seguir… Aquí todo el mundo está en construcción, el cubano construye su casa, construye su ropa”, expresó por su parte otra de las diseñadoras de la marca, Celia Ledón.

La presencia de una firma estadounidense auspiciando el desfile tampoco hubiera sido posible antes de que en 2014 se relanzaran las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y se permitiera a firmas de ciertos sectores tener contactos con La Habana.

Tras el arribo del presidente Donald Trump a la Casa Blanca las relaciones se tensaron nuevamente, pero en muchas áreas persiste la colaboración.

“Esta es una iniciativa súper interesante. Se está generando valor en Cuba. Es bueno para el país”, dijo la economista Cecilia García, quien asistió al desfile con un grupo de amigos porque se enteró por Facebook. “Atrás de esto hay programadores, diseñadores, economistas, publicistas, comunicadores, todo un encadenamiento productivo”.

NAM/AP