viernes 28 de junio de 2024

¡INFORME! Programa de Alimentos de la ONU revela que 60% de los venezolanos cada vez come menos

La crisis económica de Venezuela se traduce con fuerza en un proceso de desgaste social que lleva a la más mínima expresión cualquier método de subsistencia que el segmento más vulnerable de la población emplea para no dejarse arrastrar por la espiral pobreza socioeconómica inducida por las distorsiones propias de la debacle nacional.

Y es que una de cada tres personas en Venezuela tiene dificultades para llevar comida a la mesa y consumir los mínimos nutricionales necesarios, según una encuesta realizada en el país sudamericano por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La situación de pobreza de ingresos y pobreza extrema en diversos casos ha generado que la población civil sea víctima de la hiperinflación y la devaluación que destruyeron el valor de la moneda y originaron una espiral de precariedad socioeconómica sin precedentes en el país.

La encuesta, basada en 8375 cuestionarios, reveló que un gran número de venezolanos solo comen diariamente cereales, raíces o tubérculos y que la hiperinflación ha hecho que sus salarios no alcancen para comprar los bienes más básicos.

Esto implica que la capacidad alimentaria del venezolano se ha reducido a niveles tan extremos y alarmantes hasta el punto en que hoy por hoy, el déficit nutricional del país es el más bajo de la región.

Un total de 9,3 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población, sufren lo que técnicamente se denomina como “inseguridad alimentaria” moderada o grave, afirmó el Programa Mundial de Alimentos, que llevó a cabo el estudio a invitación del gobierno de Nicolás Maduro.

La inseguridad alimentaria se define como la “insuficiente ingestión de alimentos, que puede ser transitoria (cuando ocurre en épocas de crisis), estacional o crónica (cuando sucede de continuo)”.

En la actualidad, Venezuela no solo se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria, sino también de pobreza socioeconómica y austeridad que le impiden a la población tener acceso a las condiciones básicas de vida: alimentación, servicios públicos, salud, educación, ropa y calzado.

El estudio asegura que la falta de alimentos es un problema en todo el país, aunque en algunos estados, como Delta Amacuro, Amazonas y Falcón, alcanza niveles más altos. Incluso en las regiones con menores índices, incluyendo a Lara, Cojedes y Mérida, se estima que aproximadamente una de cada cinco personas está en inseguridad alimentaria.

 

Ricardo Serrano