Los femicidios contra venezolanas en el extranjero no paran y ahora se conoció la lamentable noticia de una jovencita de 24 años que fue encontrada muerta el 16 de marzo en las inmediaciones de un balneario conocido como playa El Cascajo, distrito Chancay, al norte de Lima, capital de Perú.
Autoridades limeñas y fiscales del distrito de Chancay participaron en el levantamiento del cadáver y declararon a los medios locales que se trataba de un femicidio que se encuentra en proceso de investigación.
La víctima respondía al nombre de Yelismar Valladares, oriunda de Biscucuy, capital del municipio Sucre del estado llanero de Portuguesa, Venezuela y cuya casa de origen se sitúa en el barrio Bello Monte, sector 3, cercano al Seminario Menor.
Los investigadores revelaron a los medios locales, de acuerdo con las primeras indagaciones del caso, que la chica habría asistido «con paisanos» a una fiesta por la noche y luego subiría a un auto con rumbo desconocido.
Los peritos revelaron además, que la víctima presentó hematomas en cabeza y rostro, más un impacto de bala en la espalda.
No se descarta que al tratar de defenderse, fu atacada a golpes. «Estamos investigando los últimos momentos de vida de la mujer, con quienes estuvo. Su celular no fue hallado», contó un viejo detective.
En la comunidad venezolana en Huaral, lamentaron estos hechos y exigen la máxima pena para lo responsables.
El cuerpo de la mujer fue hallado tendido boca abajo, vestía una polera blanca de los Simpson, jeans celestes y zapatillas negras. Presentaba una herida de bala a la altura del pecho, moretones en la cara y el cuerpo producto de golpes.
Funcionarios de la Dirección de Investigaciones Criminales (Dirincri), del Perú, determinaron durante las primeras pesquisas que el cuerpo de la joven presentaba visibles signos de abuso sexual.
Ante ello, el fiscal actuante indicó que “se trata de una muerte violenta. El caso está en investigación. Presuntamente es un femicidio, porque es el agravio a una mujer, que es el sector más vulnerable”.
La víctima había emigrado a Perú para trabajar junto con su hermano, Omar Valladares, quien dijo a funcionarios de la Dirincri que ella salió del trabajo la noche del lunes 15 de marzo, pero no llegó a casa.
La venezolana era casada y madre de un niño de apenas 1 año de edad.
NAM
