Ante la extrema hiperinflación que ha pulverizado el valor de la moneda nacional hasta convertirla en una suerte de signo monetario artificial, la urgencia en todos los sectores del país por migrar hacia un elemento de valor real que permita reactivar la fuerza laboral en los diversos gremios cuyos ingresos se devaluaron y quedaron disueltos por la regresión del bolívar y el proceso de dolarización de facto, se hace cada día más notoria e imperativa.
Y es que el presidente de la Federación Nacional de Empleados Públicos (Fedeunep), Antonio Suárez, exigió a las autoridades ajustar el sueldo mínimo a 2.5 Petros, lo que equivale a más de Bs 10 millones.
Esa indexación representaría un aumento de 15.000% por encima del valor nominal del salario mínimo integral actual, que es de 450.000 bolívares. No obstante, el gobierno de Nicolás Maduro podría financiar ese eventual anclaje del bolívar al petro para los salarios mediante el gasto público generado desde el Banco Central, que ya emite más del 70% del dinero que utiliza el Estado para pagar a los empleados del sector público y a los beneficiarios de los subsidios que el Gobierno otorga mediante los bonos del Carnet de la Patria.
Insistió en que es urgente crear políticas que promuevan la recuperación del poder adquisitivo de los venezolanos.
“Elévalo a un monto que le permita al trabajador, al pensionado, al jubilado de la administración pública, acceder a los bienes y servicios porque al final, ese dinero va a estar fluyendo en nuestra economía”, dijo.
Suarez consideró que ajustar el salario al valor de la moneda digital controlada por el gobierno venezolano, permitirá cubrir los costos de la canasta alimentaria.
Sin embargo, existe el riesgo potencial de que la inflación retome la senda de aceleración que tuvo a mediados y finales de 2019, puesto que habría un enorme caudal de bolívares emitidos en forma de liquidez en la economía, lo cual presionaría al alza la cotización del dólar ante un nuevo período de saturación por la inflación, baja oferta de productos y bienes, alta demanda y estructuras de costos dolarizadas en todo el sector comercial-empresarial.
En una entrevista en Unión Radio, instó a las autoridades gubernamentales a reunirse con los representantes de la asociación de clínicas y miembros de los diferentes sectores, para “llegar a un acuerdo de atención y costos de la medicina privada”. El representante de Fedeunep, abogó por mecanismos que mejoren las condiciones de vida de los jubilados y pensionados.
Ricardo Serrano
