martes 2 de julio de 2024

Incidentes tras muerte de madre e hija por balas perdidas en Río de Janeiro

Una madre y su hija murieron este viernes en la favela carioca de Mangueira, en las proximidades del estadio de Maracaná, en Río de Janeiro, víctimas de balas perdidas, durante un tiroteo entre policías y traficantes que fue seguido de protestas por la violencia que azota a las comunidades.

Marlene Maria da Conceição, de 76 años, recibió varios impactos mortales cuando se dirigía a su trabajo y su hija Ana Cristina da Conceição, de 42 años, fue alcanzaba por las balas mientras intentaba socorrerla, según la Policía Militarizada.

Minutos antes de morir, Ana Cristina publicó una foto en su perfil de Facebook y un breve comentario en el que apuntaba: «No me lo puedo creer. Estamos llegando a casi tres horas» de tiroteo.

Hace un mes, también había escrito «muchos tiros. Dios nos proteja aquí en Mangueira».

De acuerdo con la versión de la Policía Militarizada, el tiroteo empezó cuando uno grupo de agentes fue atacado por traficantes en la favela.

Tras la muerte de las dos mujeres, decenas de personas incendiaron un autobús y quemaron neumáticos en la principal calle de acceso a Mangueira, donde se ha reforzado la vigilancia policial en previsión de nuevos incidentes.

Esta semana, un hombre murió tras la explosión de una granada en un bar en la favela de Pavao-Pavaozinho, en el turístico barrio de Copacabana.

También esta semana se confirmó que las balas perdidas que acabaron con la vida de Maria Eduarda Alves, de 13 años, procedían de la pistola de un policía.

Su caso conmocionó a Brasil porque la niña murió a consecuencia de los impactos recibidos cuando hacía gimnasia en el patio de su colegio, en la zona norte de Río, a finales de marzo.

Más de 70 personas murieron por balas perdidas desde enero en Río de Janeiro, donde se registra una media de 15 tiroteos diarios.

Para hacer frente a la ola de violencia, el Gobierno Federal envió en mayo, durante tres meses, a 425 agentes de la Fuerza Nacional, un cuerpo de elite de la policía perteneciente al Ministerio de Justicia.

La grave crisis económica que vive el estado de Río de Janeiro, que se declaró en quiebra hace un año y apenas puede pagar los salarios de los funcionarios, y la corrupción en las instituciones y en los cuerpos policiales contribuyen a alimentar el problema.

El jueves, en el mayor golpe de la historia de Río contra la corrupción policial, se destapó una red de policías que cobraba millonarios sobornos de los narcotraficantes a cambio de darles protección, venderles armas y evitar operativos en más de 40 favelas.

Entre los acusados, algunos reconocidos cargos de la policía militarizada que habían sido incluso galardonados por su trabajo.Como en otros eventos multitudinarios en la capital española, se prohibió circular a los vehículos de más de 3.500 kilos de peso en varios distritos del centro de Madrid, y se aplicarán fuertes restricciones al tráfico durante el desfile.

NV1/EFE