Estados Unidos exigió al mundo dejar de comprarle petróleo a Irán antes del 4 de noviembre y reiteró que sancionará a todas las empresas que a partir del 5 de noviembre continúen haciendo negocios con ese país, sin hacer excepción alguna, dijo un funcionario del Departamento de Estado. «No concederemos exenciones».
Afirmó que la medida no incidirá en la producción petrolífera global: «Seguiremos trabajando para asegurar que el suministro no se vea afectado».
Añadió que en las últimas semanas se ha reunido con representantes europeos para finiquitar los detalles relativos a la aplicación de las sanciones, y anunció que en las próximas semanas hará lo propio con los principales socios estadounidenses en Asia.
El 8 de mayo, tras abandonar el acuerdo nuclear con Irán, conocido como Jcpoa por sus siglas en inglés, el gobierno de Donald Trump indicó que volverá a imponer sanciones contra el país persa y contra todo aquel que establezca relaciones comerciales con esa nación.
Washington se dio entonces un plazo de 180 días, que termina el 4 de noviembre, para reanudar las restricciones a la compra de crudo y productos petroquímicos procedentes de Teherán, a las operaciones con puertos y firmas marítimas y a las transacciones de instituciones financieras con el Banco Central de Irán.
El funcionario agregó que todas las empresas deberían estar ya reduciendo sus relaciones con la República Islámica, en vista de que se fijó un plazo. «En general, las compañías están respetando la orden de no hacer negocios con Irán», dijo.
NAM/EFE
