La crisis económica del país se vive en una dinámica de constante voracidad y celeridad en la actividad económica cotidiana en todos los niveles: empresas, comercios, supermercados, bancos, transacciones entre particulares, etc. Por esa razón, la dolarización de facto generada por la hiperinflación y la destrucción del bolívar como moneda funcional, ocasionó una indexación de todas las estructuras de costos del país al valor del dólar estadounidense como anclaje.
Y esa que esa dinámica cotidiana en el cálculo de todo el sistema de precios, así como en las transacciones simples, se encuentra fijada a la variación de la cotización del dólar como mecanismo de cobertura y protección que la población venezolana usa para resguardarse del vertiginoso incremento del costo de la vida, lo cual ha trastocado todo el tejido social del país hasta llevar la desigualdad a niveles nunca antes vistos: 80% de la población sobrevive con ingresos en bolívares devaluados, mientras que el 20% tiene acceso a divisas y de ese grupo solo el 10% tiene una buena calidad de vida por generar ingresos altos en moneda extranjera.
Esa realidad ineludible ha influido en la percepción y la disposición de la sociedad a hacer cada vez más común el uso del dólar en su vida diaria, por lo cual su demanda ha oscilado entre los Bs. 20.000 y 25.0000. Este lunes, 4 de noviembre, inició la semana con una fuerte tendencia al alza en un nivel de Bs. 23.280.
Y aunque el precio oficial del dólar, ofertado en las mesas de cambio del BCV, se ubica en Bs. 23.400, los particulares siguen prefiriendo la demanda en el mercado paralelo debido a que brinda un acceso mucha más fácil y directo, puesto que no hay trámites burocráticos ni requerimientos formales.
Este incremento del 8% podría repercutir sobre los precios a lo largo de esta semana dependiendo del comportamiento de la inflación, del nivel de emisión de bolívares por parte del BCV y de si PDVSA continúa ejecutando pagos en bolívares a sus proveedores, si uno de esos tres factores se da o los tres se combinan, el dólar paralelo podría llegar a un nivel de entre Bs. 28.000 y Bs. 30.000
Ricardo Serrano