El polémico episodio, en donde un hombre decidió terminar con su matrimonio de dos años por la mala higiene de su esposa, tuvo lugar en la ciudad de Alligarh, India. El hombre aseguró que su pareja no se bañaba todos los días, por lo que tomó la tajante decisión de pedir el divorcio, pese a que tienen un hijo en común de poco más de un año de edad. Según sus propias declaraciones, todas las mañanas discute con su esposa debido a que no quiere bañarse.
Aunque parezca una locura, en un país musulmán, no lo es. En la India, las mujeres dependen casi en su totalidad de sus maridos, e incluso, tras un divorcio, quedan marcadas con un estigma social.
En este caso, el hombre pidió la “triple talaq”, que es una práctica musulmana por la cual un hombre tiene el derecho de divorciarse de su mujer de manera instantánea, si repite tres veces la palabra “talaq”, la cual significa “divorcio”.
Antes del 2019, cuando el “triple talaq” todavía no había sido declarado inconstitucional, ni siquiera era necesario que un esposo estuviera presente para pronunciar “talaq” tres veces, ya que podía hacerlo por carta, de manera telefónica o incluso utilizando las redes sociales.
Cerca del 67% de las mujeres divorciadas musulmanas, dentro del país indio, eran afectadas con esta práctica musulmana que permitía dejarlas en calle de manera repentina.
“El hombre, durante la consejería, nos dijo repetida y firmemente que quiere terminar el matrimonio con la mujer. También nos entregó una solicitud para ayudarlo a divorciarse de su esposa, ya que ella no se baña todos los días”, declaró la consejera ejecutiva.
Cuál fue la reacción de la mujer
El caso se dio a conocer públicamente luego de que, con el objetivo de salvar su matrimonio, la mujer lo denunció ante la Cédula de Protección de Mujeres.
La organización hizo una mención al respecto, y señaló: “Una mujer nos entregó una denuncia por escrito en la que afirmaba que su marido le había dado “triple talaq” con el pretexto de no bañarse todos los días”. También, agregó que estaban brindándole asesoramiento a la pareja.
La unidad de protección de mujeres comenzó a asesorarlos instantáneamente, con el fin de salvar el matrimonio, ya que la mujer quería continuar casada con su esposo.
“Estamos tratando de aconsejar al hombre que no rompa el matrimonio con su esposa, porque es un problema menor, que se puede resolver. También estamos tratando de hacerle entender que su divorcio también puede afectar la crianza de su hijo”, señaló la consejera.
Hasta el momento, aún no se sabe si se llegó a un acuerdo, pero en caso de hacerlo, la mujer tendría que hacerle caso a su esposo y bañarse todos los días, o también, el hombre tendría que aceptar la decisión de su esposa de no querer bañarse.
NAM/Agencia
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