jueves 18 de abril de 2024

¡HAY OTROS CAMINOS! El mejor sexo no es el pasional

Asociamos el sexo improvisado o inesperado a una mayor satisfacción y el planificado con un disfrute menor, pero ¿qué hay de cierto en esto, aparte de lo que nos muestran las películas?

Según un estudio en que se analizaron datos de 964 parejas alemanas para observar cómo influyen los rasgos psicológicos de las parejas en su funcionamiento sexual, esta idea tan extendida es errónea: las personas que son más conscientes de cómo plantean sus relaciones sexuales tienen menos problemas sexuales, sobre todo relacionados con la inhibición o la insatisfacción.

Las dificultades sexuales son comunes entre mujeres y hombres y están asociadas con diferentes problemas de salud física y mental. Aunque se sabe que los rasgos psicológicos afectan las actitudes y el comportamiento sexual, los rasgos relacionados con la sexualidad y la personalidad no se han investigado conjuntamente para evaluar su relevancia en el funcionamiento sexual de las parejas. Lo que sí se sabe es que si se quiere, se habla y se trabaja en ello, siempre se puede mejorar.

La comunicación es lo primero

Los expertos suelen coincidir en que la idea del sexo que se nos muestra en las películas representa un estereotipo que no tiene que ver con la realidad y ayuda poco a comprenderla: “Vivimos en una sociedad muy influenciada por los estereotipos culturalmente establecidos, en concreto por las relaciones sexuales que se muestran en las películas, donde todo pasa en un encuadre perfectamente establecido y ordenado y las relaciones que se mantienen se establecen en un corto período de tiempo y todas ellas centradas únicamente en el coito”, explica María del Pilar Ramos Albiar, de la Clínica Adna.

La sexóloga considera que planificar con antelación no es en absoluto incompatible con la satisfacción. En las relaciones largas, donde suelen darse más este tipo de encuentros sexuales, se puede disfrutar por igual si se acepta el hecho de que las parejas evolucionan.

“El problema es cuando los miembros de la pareja se quedan anclados en las emociones y rasgos vividos en las primeras etapas de relación, en concreto en la etapa de enamoramiento, donde el sexo se vive de manera más explosiva”. Cuando una pareja se estanca en esta forma de vivir el sexo, las relaciones sexuales se vuelven menos satisfactorias a medida que se avanza, por no ajustarse a esa idea preestablecida.

 

 

Por ello, es importante comprender que con el paso del tiempo entran en juego múltiples factores y responsabilidades que hacen que las relaciones sexuales sean más planificadas, como el trabajo, las obligaciones, las tareas, o los hijos.

“Las relaciones sexuales pueden ser igual de satisfactorias e incluso se puede llegar a conectar de manera más directa y realizando más juegos sexuales previos, ya que en la mayoría de las ocasiones se contaría con más tiempo para poder disfrutar del contacto erótico”, añade Ramos Albiar.

Lo principal es la comunicación, ya que nadie puede adivinar nuestro pensamiento y es necesario que el otro sepa qué nos gusta y qué no para que exista placer. Para ello, la experta nos aconseja pararnos a pensar y averiguar qué entiende cada miembro de la pareja por relación sexual.

También es fundamental entender que el sexo no empieza ni acaba en el coito y que hay un abanico inmenso de posibilidades que puede convenirnos explorar. Por otro lado, la rutina no tiene por qué relacionarse con algo malo y también puede significar placer, si es lo que los miembros de la relación desean.

 

La Vanguardia