viernes 29 de marzo de 2024

¡HASTA CUÁNDO CON ESTA LAVATIVA! Maracaiberos bastante molestos con el recrudecimiento de los apagones

Cuando se convierte en disco rayado las promesas de un gobierno en resolver un tema tan álgido como el del servicio eléctrico en una población cuyas ciudades –todas las del Zulia- padecen climas nada amigables, con alta humedad y excesivo calor y repiten una y mil veces promesas que se convierten luego en engaño, ya la gente lo que dice es que se trata de una “mamadera de gallo” frase muy venezolana que denota burla. Y es que, así se siente la población zuliana con el tema de los apagones que no cesan, se incrementan.

Cansados de escuchar la excusa del “sabotaje” o el “ataque al sistema eléctrico” sin que haya capacidad eficiente de respuesta ante esas supuestas tesis –que esgrime el Ejecutivo- los pobladores zulianos siguen resistiendo a los inhumanos e insoportables cortes de luz, que no tienen horario ni fecha en el calendario.

Obviamente, no puede culparse a quienes se consideran mofados, engañados, burlados por un gobierno y un ministerio que promete una cosa que no se cumple o se cumple a medias para luego re incidir en la misma situación, como lo expresa doña Ana Durán, una abuela que sufre de la tensión y le quitan luz casi todas las noches en la urbanización Mara Norte.

“Mijo, la misma barca atravesando el río. ¿Quién les va a creer ya sus embustes? –dijo una palabra que aquí no se puede expresar- ¿Cuántas veces nos han dicho que se van a acabar, que para marzo, no que para abril, no que ahora es en junio, no, pero para julio sí, a mitad de julio se acaban los racionamientos? Puro engaño, eso está peor, porque, cuando uno piensa que ya se resolvió o va en camino a resolverse, volvemos al punto de partida”.

La señora Ana, tiene 80 años. Las casas de Mara Norte son pequeñas, de techos bajos y sus habitaciones muy chicas. Doña Ana tiene la visión bastante borrosa y no puede caminar bien sin andadera. Obvio que de noche y sin luz, sus hijos no la dejan salir por temor a que se caiga o se golpee.

“Mijo, aquí me derrito, papá, me corren son los chorros de sudor por la espalda mi corazón, eso es un sofocón que a mí me da que me ahogo papito y ¿Cuántos como yo no hay?”

Mitigar no es suficiente

Los hijos le compraron a Ana un ventilador recargable de regular tamaño, la carga le dura al aparato justo cuatro o cinco horas. Los racionamientos duran casi siempre de tres a cuatro horas, pero:

“Mijo, que es lo que sopla ese ‘bicho’ (el ventilador) puro fuego, mijo, eso lo que impide es que te mueras ahogado, pero eso lo que te echa es un aire caliente, yo sufro de la tensión y ahora de dolores de cabeza, porque no duermo con esos malditos apagones (…) ¿Puedes creer que son las 9.45 de la noche y es a esa hora que nos cortan la luz? Va llegando a las 11.45 o a las 12.20, ¿Quién puede dormir así? Me estalla la cabeza mijo…”.

No hay respuesta

Ni el Presidente ni el Gobernador ni el Alcalde ni los Concejales ni los Legisladores, nadie en absoluto ofrece respuestas. Se había informado que se estaban efectuando reparaciones en las plantas Termozulia y en la Ramón Laguna. Se dijo que estaba por incorporase unos 345 MW por el tendido sublacustre y que, con todo ese trabajo concluido, se iban a terminar o al menos a minimizar los apagones (racionamientos) en un alto grado.

Se generó una sensación de alivio, de que ya el problema se estaba superando, pero, de dos semanas, casi tres para acá, todo ha vuelto al principio. Quitan la energía a deshoras, sin un horario fijo; un día puede que la quiten por 10 minutos y al día siguiente por cuatro horas. Puede que la quiten el lunes y luego el jueves, el sábado y el domingo.

Puede que la quiten dos días consecutivos y luego dos días más tarde no la vuelven a quitar y así la incertidumbre es realmente desesperante y a eso se suma la cantidad de fluctuaciones (bajones) demasiado bruscos de esos rompe protectores eléctricos, acaba fuentes de poder, quema bombillos y electrodomésticos.

Mamadera de gallo

Los vecinos lo dicen: Hay sectores donde la luz la quitan todos los días, La Popular, en San Francisco, es uno de ellos. La Paz en Maracaibo es otro. Hay sectores donde no se va todos los días pero un día se va y el otro también, Mara Norte, San Miguel, San Rafael, Simón Bolívar, El Varillal.

Y hay sectores donde nunca se va: Algunas zonas de Amparo, algunas zonas de Pomona, algunas zonas de La Rotaria, algunas zonas de Canta Claro, zonas de 5 de Julio, Bella Vista y Delicias, partes en Tierra Negra.

Otra denuncia es que, un sector, donde no la quitaban nunca, ahora la quitan casi a diario y un sector donde la quitaban con regularidad ahora no la quitan. Pero, lo que más indigna de todo eso es que no existe información ni notificación de nada.

Con estos constantes cortes de luz más las fluctuaciones que, al día pasan de cuatro o cinco, falla el servicio de Internet, falla el servicio de televisión por suscripcion, fallan los puntos de venta, falla el comercio, falla la producción, corren riesgo en clínicas, hospitales de que se dañe un equipo que es costoso y a la misma gente que se le ‘mueran’ sus electrodoméstico sin que haya ente prestatario del servicio que responda por eso. Es calamitoso.

Entonces, ¿hasta cuándo con esta lavativa? Se pregunta la gente sin que haya un asomo de respuesta.

NAM/Comunidades

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