Una interrogante que puede surgir en las relaciones románticas más extensas, es saber si el amor desaparece a pesar de ya no sentir el mismo deseo sexual del comienzo.
Las relaciones románticas que son más longevas experimentan retos en el deseo sexual que tal vez nunca esperaron enfrentar, uno de ellos es la tan temida rutina. Sin embargo, uno de los problemas o cuestiones más grandes es el tema del sexo.
Las relaciones sexuales en una gran mayoría llegan a ser motivo de discusión por el deseo sexual. Seguramente ya no son tan frecuentes como al principio o simplemente ya no son tan emocionantes.
Aun así, también es posible que el amor entre ambos siga existiendo, aunque en medio de tantas peleas pareciera que en realidad no es así.
El psicólogo Diego Bonilla experto en temas de pareja. Para conocer si en serio es posible seguir amando a esa persona o sintiendo ese gran vínculo de deseo físico. A pesar de que el sexo ya no sea una prioridad o sea casi nulo.
“Sí es posible seguir sintiéndose enamorado, sentir ese amor de pareja o deseo físico entendido que el amor finalmente termina siendo una decisión frente a lo filial, frente a un proyecto de vida, frente al compartir gustos e intereses, entonces sí. Digamos que muchas parejas encuentran que a lo largo de su relación de pareja, la parte sexual, la de los encuentros íntimos coitales empiezan a disminuir y la pareja puede mantener una relación sin ningún problema”.
“Lo importante es que se tengan ese tipo de proyectos compartidos, que las personas puedan tener una comunicación alrededor del tema y si para ninguno de los dos genera un malestar mayor el tema de la relación y el placer sexual puede pasar a un segundo plano”, expresó el especialista.
Sin embargo, ese panorama se complica cuando uno de los dos sí sigue teniendo inmensas ganas de tener una vida sexual activa con su pareja, lo que demostraría que el deseo sexual en ambos integrantes de la relación es desigual, ante esta situación, Bonilla recomienda:
“Primero hay que revisar qué es lo que está afectando la situación, podríamos evidenciar un tema físico asociado a la respuesta, por ejemplo, orgásmica o frente a la respuesta de lubricación al momento de tener una relación sexual. Lo cual hace que esos encuentros no sean tan placenteros y que con el tiempo el deseo empiece a disminuir”.
Si no hay un tema de deseo físico asociado al desinterés por la parte sexual tendríamos que entrar a revisar los aspectos psicológicos de desmotivación y ansiedad.
Algunos trastornos del estado del ánimo que se pueden asociar a la falta de interés en la parte sexual o incluso problemas de comunicación o deterioro en la relación de pareja. Que al final va a redundar en que una de las dos partes pueda no estar interesada en mantener un contacto sexual continuo.
Ahora bien, también podríamos evaluar cuáles son las expectativas que tiene cada uno de la pareja frente a esos encuentros sexuales. Porque puede ser que ella o él, o él y él, independientemente del tipo de pareja que se conforme puedan decir:
‘A mí me gustaría, me interesaría tener encuentros sexuales cada dos días, cada tres días’ y desde ahí lo concibe normal.
Mientras que el otro miembro de la pareja puede decir: ‘no, a mí me gustaría que fuera cada mes y es placentero para mí’, entonces sí creo que puede estar relacionado con unos acuerdos que puede hacer la pareja y que en un ejercicio de comunicación pueden llegar a una feliz negociación.
NAM/Caraota Digital