La crisis económica ha golpeado con fuerza al sector bancario del país. Uno de los servicios en que los bancos públicos y privados han sufrido más afectaciones es el de cajeros automáticos, pues la falta de recursos por operaciones propias, así como escasez de divisas asignadas por el Estado, han ocasionado que los dispensadores de dinero en efectivo queden disfuncionales en un gran número de entidades bancarias a nivel nacional.
Así lo señala un reporte publicado por el portal Banca y Negocios, el cual precisa que más cajeros de la red bancaria nacional fueron desincorporados en el primer trimestre de 2019 en comparación con el mismo período del 2018.
En los primeros tres meses del año fueron retirados de servicio 439 dispositivos ATM, según se desprende del estudio comparativo de tarjetas de crédito y débito de marzo. Al cierre de ese mes existían 8.350 en todo el país, 5% o 439 menos que los disponibles al cierre de 2018, cuando el BCV reportaba 8.789 unidades, de acuerdo a los datos revisados por Banca y Negocios.
Esto implica un déficit considerable de cajeros automáticos, lo cual disminuye el ritmo en la distribución de efectivo en todo el país y, por ende, agrava la escasez del papel moneda.
La crisis de efectivo y lo oneroso que resulta cambiar o reparar los equipos explican que cada vez haya menos cajeros, frente a los cuales un usuario solo puede retirar Bs 6.000 si es cliente y si no lo es Bs 3.000, es decir, el equivalente hoy, respectivamente, a $0,75 y $0,37, calculados a la tasa de cambio del mercado paralelo de Bs. 8.000.
La hiperinflación ha generado como consecuencia que el mantenimiento de esos equipos se traduzca en un gasto sumamente cuantioso e insostenible para las finanzas de los bancos con menor patrimonio de capitales.
Aunado a eso, la disponibilidad de bolívares en efectivo como parte de toda la masa monetaria corresponde a apenas un 3% de la liquidez. Es decir que, de todo el dinero que circula en el país, aproximadamente unos 7 billones de bolívares, solo unos cientos de millones de Bs. S circulan en billetes de denominaciones de 100, 200 y 500, al menos hasta que entren en circulación plena las nuevas denominaciones de Bs. 10.000, 20.000 y 50.000, que el Gobierno acuñó debido a la hiperinflación que ha devorado la moneda venezolana.
NAM/Ricardo Serrano/Pasante
