miércoles 15 de mayo de 2024

¡FRACTURA RACIAL! El jefe del ejército pide perdón por ir con Trump vestido de combate

Ha llegado la hora del arrepentimiento. El general Mark Milley, máximo jefe del ejército de Estados Unidos, entonó su personal mea culpa, algo disonante en una administración tan propensa a la venganza, por su intervención en “los incidentes de Washington”.

“No debería haber estado ahí”, afirmó el presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor. Milley pronunció su disculpa este jueves, cuyo significado equivale al simbolismo de hincar la rodilla, después de que la semana pasada acompañara al presidente Donald Trump por Lafayette Square vestido con traje de combate.

La estampa recordó la imagen de una dictadura militar, lo que algunos han descrito como república bananera.

El presidente hizo “limpiar” previamente la calle de manifestantes pacíficos por la muerte de George Floyd, a base de gases, balas de goma y porrazos, para caminar hasta la iglesia de Saint John y exhibirse con una Biblia.

“El resultado de mi fotografía en Lafayette Square provocó un debate nacional sobre el papel de los militares en la sociedad civil”, sostuvo en el discurso que remitió por vídeo para la ceremonia de entrega de diplomas en la National Defense University.

“Mi presencia en ese momento y en ese ambiente creó la percepción de que los militares estamos implicados en asuntos domésticos”, recalcó Milley. “Como oficial comisionado y uniformado, fue un error del que he aprendido y sinceramente tengo la esperanzada de que todos podamos aprender del mismo”, añadió.

Había apuestas por ver cuánto tardaría el presidente, y su dedo de la ira en Twitter, en descalificar a Milley y su acto de contrición. De momento, Trump continuó en la red social ensalzando que la Guardia Nacional tomara control del entorno de su residencia. “No me puedo creer lo fácil que les resultó”, remarcó.

En ese tuit alabó al Servicio Secreto, al que abrevió con un “S.S.”. Estas siglas, vinculadas al nazismo, originaron burlas y condenas por su nula sensibilidad.

Este primer pronunciamiento público de Milley contrasta con la reacción de la Casa Blanca y otros cargos, como el fiscal general William Barr, justificando la represión sobre los ciudadanos.

Sin embargo, estos hechos han propiciado una tormenta en el Pentágono, con una creciente tensión con el Gobierno.

El secretario de Defensa, Mark Esper, estuvo a punto de ser relevado tras expresar su crítica y desmarcarse del paseo presidencial. Trump tuvo sobre la mesa su despido, según avanzó The Wall Street Journal , y solo sus asesores le frenaron, por ahora.

El primero que ocupó ese puesto en este Ejecutivo, el general James Mattis, se convirtió en el faro contra el intento de Trump de militarizar la calle. Mattis acusó al presidente de ser el peor de la historia por su exclusiva política de dividir a los estadounidenses en beneficio propio y burlarse de la Constitución. Hubo otros generales retirados que le secundaron. Pero también hubo voces de oficiales en activo quienes recordaron que hay muchos afroamericanos en el cuerpo y que la misión del ejército no es combatir a sus compatriotas dentro de su territorio nacional.

Este nuevo capítulo de las relaciones entre el presidente y el poder militar se produce al día siguiente de que Trump emprendiera otro conflicto con los uniformados al despreciar la iniciativa del Pentágono de considerar sustituir los nombre de bases que llevan denominaciones de militares confederados, defensores de la esclavitud. La respuesta de Trump ha reavivado la acusación de que es un supremacista blanco.

Mientras, las protestas continúan en ciudades del país, donde se corea a George Floyd. El miércoles trascendió que uno de los cuatro policías encarcelados, el novato Thomas Lane, de 37 años, reunió los 750.000 dólares de la fianza y dejó la cárcel. Esto ha supuesto el cierre de la web con la que habían recaudado dinero para su liberación y que ha provocado consternación en Minneapolis.

Earl Gray, abogado de Lane aseguró que esa página era “legítima”, pero no desveló la cifra recaudada. Su salida de prisión se produjo a las horas de que Philonise Floyd, hermano de George, hablara a los congresistas en el Capitolio. “Les pregunto, ¿esto es lo que vale la vida de un hombre negro, 20 dólares? Esto es el 2020 y la gente se manifiesta porque ya basta”.

NAM/La Vanguardia