Max Verstappen se convierte en el trigésimo cuarto campeón de Fórmula 1, tomando el relevo de Nico Rosberg, que lo logró en la temporada 2016 y siendo ambos lo únicos que han roto la hegemonía de Lewis Hamilton, quien quedó segundo en la tabla.
Primer título de campeón
A sus 24 años, Max Verstappen se convierte en uno de los campeones más jóvenes de la historia, aunque no supera en precocidad precisamente a tres de los cuatro campeones presentes en pista esta temporada, Vettel y Hamilton, que lo lograron con 23 años, y Alonso, que lo hizo con 24 años y un mes.
En una temporada que apuntaba a ser monótona, ya que los vehículos estaban congelados por decisiones orientadas a la contención de costes en plena crisis COVID, lo sencillo era pensar que iba a ser una repetición de 2020, temporada en la que Mercedes dominó sin que nadie le pudiera plantar cara. Sin embargo, Red Bull, o más concretamente, Max Verstappen, sorprendió desde la primera carrera con una velocidad que prometía dar muchas alegrías a lo largo de la temporada.
No muy diferente a lo que en años anteriores había logrado Sebastian Vettel con Ferrari. Pero mientras que el alemán acababa perdiendo fuelle en la recta final del año, Verstappen ha sido un auténtico rodillo, desmoralizando a un Hamilton que por momentos ha rozado la perfección a base de ganar o hacer segundo.
Verstappen ha materializado una temporada en la que hay que buscar muy hondo para encontrar errores de pilotaje, dando como resultado una temporada que a buen seguro será recordada como una de las mejores de la historia de la Fórmula 1, tanto por lo excelso del pilotaje de ambos candidatos al título, como por el ser un enfrentamiento cargado de tensión entre dos equipos diferentes y prolongarse hasta la última carrera del año, donde ambos dependían de sí mismos para ser campeones.
Proyecto exitoso de Red Bull
Se consolida de esta forma el gran proyecto de Red Bull, que no dudó en tirar la casa por la ventana poniendo un vehículo de Fórmula 1 para un menor de edad que apenas llevaba un año compitiendo en monoplazas y que era el objeto de deseo de todos los grandes equipos. Desde su debut en 2015 y su primera victoria un año después, en la que fue su primera carrera con el equipo Red Bull, Max no ha dejado de sumar éxitos, quedando la gran deuda pendiente de un título, esperando un monoplaza que fuese lo suficientemente competitivo, como ha acabado siendo el RB16B.
Verstappen y Red Bull logran romper con el dominio aplastante de Mercedes en la conocida como era híbrida de la Fórmula 1, curiosamente, en la que es la última temporada de este tipo de vehículos, ya que en 2022 el concepto será totalmente diferente, partiendo todos los equipos de cero.
NAM/CARS AND DRIVER
