Más allá de que el Barcelona ya es campeón y el Real Madrid aseguró su puesto en la próxima Liga de Campeones de Europa, un clásico es un clásico. Y más cuando se enfrentan los dos gigantes de España.
El domingo en el Camp Nou, en medio de la polémica si el conjunto blanco le hará pasillo o no los blaugranas por el título liguero, se enfrentan los dos mejores equipos de la década. Dos conjuntos que sobrepasan el fútbol y que hipnotizan a todos, fanáticos y no fanáticos, a ver el partido. El Clásico del Mundo. Un mundo aparte.
Todo se olvida
Por un lado, el FC Barcelona llega con el doblete doméstico en la bolsa y con la intención de seguir haciendo historia a nivel liguero. Desde la llegada de Ernesto Valverde al banquillo, el conjunto culé no ha perdido un partido de Liga. En 34 partidos han ganado 26 y empatando ocho. De ganar lo que quedan se convertiría en el primer equipo en conseguir esta hazaña en tantos partidos en el país ibérico. Un conjunto que ha dominado a placer el fútbol español con variantes, solidez y Lionel Messi. Con una idea bien plasmada junto a unos jugadores que la ejecutan de manera ejemplar.
En el otro extremo está el Real Madrid, un conjunto que nunca peleó por el título liguero y se fue muy temprano en la Copa del Rey pero que disputará en unas semanas la final de la Liga de Campeones de Europa contra el Liverpool con la posibilidad de ganar su tercera “Orejona” consecutiva. Un hito en este nuevo formato.
Con un Cristiano Ronaldo, que ha venido disminuyendo su capacidad goleadora en los últimos partidos, y con el envión anímico que significó eliminar al Bayern Múnich en Champions pese a ser inferior a nivel futbolístico, el equipo de Zinedine Zidane buscará borrarle el invicto a su rival de toda la vida. Quitarle el mote de invencible. Y centrarse únicamente en Kiev.
El último tango de Iniesta
Si los problemas físicos no se lo impiden, el partido del próximo domingo ante el Real Madrid será el último clásico como barcelonista de Andrés Iniesta; en el otro extremo están Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé, que no jugaron en el Bernabeu y podrían estrenar su cuenta en el Camp Nou ante los madridistas.
Desde que debutó en un clásico, el 20 de noviembre de 2004, con Frank Rijkaard en el banquillo del Camp Nou, Iniesta ha jugado 37 clásicos, 25 de ellos ligueros, de los cuales el Barça ha ganado dieciséis, empatado nueve y perdido doce.
Entró en el minuto 71 por Henrik Larsson, que se había lesionado. Aquel partido los azulgrana lo ganaron con facilidad (3-0), con goles de Eto’o (min.28), Van Bronckhorst (min. 42) y Ronaldinho (min. 76). Ese fue el primer tango.
Este domingo en el Camp Nou, Iniesta bailará su ultimo tango. Ante un rival que lo supo sufrir en los últimos 14 años. El Mago tendrá su ultima gran noche como jugador del FC Barcelona.
Los mejores
Pese a que la tabla diga que son 15 puntos los que los separan, el FC Barcelona y Real Madrid siempre juegan en un mundo aparte. Todo se olvida y los protagonistas se concentran en los 90 minutos más picantes de la temporada. Con nada que jugarse, el clásico del domingo tiene condimentos de sobra para que el planeta le ponga sus ojos y no los despegue.
Los dos mejores equipos del mundo, con el perdón del Liverpool, se enfrentan en domingo. Un duelo de titanes. Blaugranas contra Blancos. Culés contra Merengues. Gerard Pique contra Sergio Ramos. Lionel Messi contra Cristiano Ronaldo. FC Barcelona contra Real Madrid. Un mundo aparte. Un partido aparte.
Javier Parra Peña (JaviEPP)
