La mayor parte de los Estados en el país comienzan procesos de reapertura tan pronto como este fin de semana. Pero no en todos lados el modelo a seguir es el mismo.
A la medianoche expiró la orden federal de que los ciudadanos se queden dentro de sus casas a excepción de que realicen labores esenciales o que tengan que ir hasta el supermercado o una farmacia en los Estados Unidos. Pero debido al poder que tienen los gobiernos locales en este país, esa orden federal que expiró no cambia por completo la realidad de los 50 Estados. Por el contrario, si un gobernador (o inclusive un alcalde si se trata de decisiones sobre municipalidades) quiere mantener las restricciones en pie, puede hacerlo. Siempre que las reglas no sean más flexibles que la ley federal, y mientras no vayan en contra de los derechos individuales, las cosas cambian pueblo a pueblo.
Pero al parecer, una gran parte de Estados Unidos está lista para reabrir. O al menos empezar con el proceso. Son 31 los Estados que han puesto como fecha de reapertura los primeros días de mayo. Quizás el caso más extremo sea el de Georgia, donde desde el pasado viernes ya se le ha permitido a los comerciantes abrir sus locales y a partir del próximo jueves se le pondrá fin al pedido de distanciamiento social.
Virginia del Oeste le permitirá a partir del lunes abrir sus puertas a las Iglesias y comercios, incluidos los restaurantes que podrán ofrecer sus servicios sin restricciones. Florida tendrá dos sistemas. Por un lado, el sudeste de la península compuesto por los condados de Palm Beach, Broward y Miami-Dade permanecerá bajo órdenes de cierre (aquí viven 6 millones de personas y entre los tres condados poseen más de la mitad de los casos de contagiados de COVID19 de toda Florida), y el resto del Estado entrará en la fase uno de reapertura.
California, el Estado más grande del país, anunció que sus playas y parques permanecerán cerrados y que la vuelta a clases aún está muy lejos. Arizona fue menos radical, pero su Gobernador anunció que al menos hasta mediados de mayo nada cambiará. El conglomerado de Estados en el noreste del país, que incluye Nueva York, presentó semanas atrás el plan de reapertura pero no han anunciado fecha aún.
Por el momento, Idaho, Iowa, Nebraska y Maine son los únicos Estados con algunas escuelas abiertas. Todo parece indicar que en la mayor parte del país las clases no volverán hasta después de las vacaciones de verano (que terminan a fines de agosto). El Centro para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC por sus siglas en inglés) ha sido muy claro en cuanto a las normas en caso de que se decida reiniciar la vida académica de los más chicos: cada estudiante debe sentarse a al menos dos metros de distancia del otro, el almuerzo debe consumirse en las aulas y todas las actividades no esenciales –como excursiones- se deben cancelar. Bajo estas premisas, muy pocas escuelas pueden reabrir.
Algo similar ocurre con los restaurantes. La recomendación del CDC es que los comensales deben estar a dos metros de distancia unos de otros (no queda claro qué pasa en el caso de familias que viven juntas), los menús deben ser desechables, los platos y cubiertos descartables, y la caja registradora debe estar protegida por una mampara. Son pocos los establecimientos que pueden seguir estas normas.
Con la reapertura en buena parte del país a la vuelta de la esquina, aún quedan muchas dudas acerca de cómo será la vida “normal” después del coronavirus. Mucha gente expresa confusión acerca de las reglas. Inclusive si los trabajos comienzan a activarse, el hecho de que los niños sigan en casa limitan a muchas familias. El proceso de reapertura está comenzando, pero sin dudas será largo.
NAM/Infoabe