La situación del peso con el cierre del segundo trimestre depende directamente de la política monetaria y la decisión que tome la Fed con los potenciales recortes a los tipos de interés. No obstante, si hay un evento a tener en cuenta en este periodo, son las elecciones presidenciales del país.
En trading de Forex, este tipo de eventos son un elemento especialmente importante de la ecuación a la hora de extraer conclusiones y generar pronósticos. Podríamos decir que aprender a tener en cuenta estos factores y hacer un seguimiento de ellos es tan importante como saber cuestiones básicas y responder a preguntas como CFD qué es, cuándo se realiza trading online de un activo a través de CFD, que, como ya saben los traders expertos, tiene riesgos intrínsecos altos, como los propios del apalancamiento y la volatilidad.
Falta menos de un mes para que se celebren las elecciones presidenciales de México y, contra todo pronóstico, los analistas de Citibanamex aseguran que el mercado cambiario no se verá expuesto a ningún tipo de riesgo, sobre todo, si se compara con procesos electorales previos.
Los efectos de las elecciones presidenciales en el peso
De acuerdo con los datos divulgados a través de un reporte de la institución, todo parece indicar que no existe un riesgo real e, incluso, se habla de una posible mejora del panorama. En cualquier caso, es importante señalar que aún sigue existiendo cierto margen que si puede alterar la paridad del peso y el dólar.
Los expertos de Citibanamex señalan que se produjo una depreciación importante ya antes de los tres meses previos a las elecciones, anotando su punto álgido entre uno y dos meses antes.
En el caso de las elecciones de 2000, lideradas por Vicente Fox, Cuauhtémoc Cardenas y Francisco Labastida, la media del tipo de cambio a lo largo de los meses previos fue de 9,51 ubicándose en junio la cota más elevada con 10.01 pesos por dólar.
En las de 2006 con Felipe Calderón Hinojosa, Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo, se anotó el punto álgido durante junio alcanzando los 11.40 pesos por dólar (frente al 10.46 de febrero del mismo año).
Si continuamos avanzando en el tiempo, podemos ver como en 2012 con un proceso de elecciones liderado por Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, Josefina Vazquez Mota y Gabriel Quadri, los dos meses previos al encuentro el peso anotó su mayor depreciación (con un 14.01 en mayo y 13.86 en junio por dólar).
Por último, en los procesos federales de 2018, el grado máximo de depreciación se registró en mayo y junio con 10.65 y 19.87 pesos al cambio.
Este año, con Jorge Álvarez Máynez, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez el tipo de cambio ha reflejado una estabilidad inusual a lo largo del primer trimestre con 17.27 de media siendo su valor más elevado de 17.68 en marzo. Además, se cree que los movimientos que se han registrado a lo largo largo de los últimos días no está realmente asociado al proceso electoral como tal sino, más bien, al hecho de que la Reserva Federal haya decidido posponer el inicio de su fase de recortes en las tasas de intereses como consecuencia de la delicada situación geopolítica que está viviendo Oriente Medio.
Sea como sea, para estas elecciones se registra un sutil depreciación (eso sí, más elevada de la que se anota en otras economías emergentes), es bastante inferior a la que se generó a lo largo de las elecciones pasadas. En este sentido, es importante recalcar que el factor más notorio ha sido la perspectiva fuertemente restrictiva de la política monetaria auspiciada por la Fed.
Diferentes perspectivas
En este contexto, algunas voces se inclinan por un devenir más optimista. Gabriela Siller, directora de Análisis Economico de Banco Base, pronostica que el peso podría decir adiós a 2024 con una paridad de 16.80.
Aunque a lo largo de los comicios mexicanos el peso no se ha resentido de una forma especialmente llamativa, la cosa cambia cuando hablamos de los procesos electorales estadounidenses.
Por supuesto, no hay que obviar el hecho de que si se generase un deterioro de la democracia, por ejemplo, porque el presidente no reconociera el resultado electoral o se produjesen disturbios, dicha situación generaría un efecto inevitable sobre el peso, y no precisamente positivo.
“Estimamos que, si siguen entrando capitales al país para aprovechar el carry trade, el tipo de cambio puede bajar a 16.30 o 16.40 pesos por dólar, luego repuntar y subir hacia 16.80 pesos por dólar a finales de año”, afirma Siller.
Por otra parte, en un supuesto más negativo, en el que Trump se hiciese con el poder, el proceso de depreciación se podría intensificar, especialmente si mantiene su política tajante contra México, la cuota podría ascender hasta los 18.50 de paridad.
¿Por qué se ha apreciado el peso?
Aunque ciertamente las previsiones pueden no resultar muy halagüeñas, el peso ha experimentado una apreciación a lo largo de 2024. Pero, ¿por qué? En realidad, esto se debe a que han continuado entrando dólares a México, aunque con un efecto engañoso, porque el 78% del total de estos tiene que ver más bien con movimientos especulativos. Esto significa que si se ve incrementada la percepción del riesgo, este saldrá del país.
Al mismo tiempo, el 22% restante se corresponde con las remesas o, en su defecto, IED (exportaciones e inversión extranjera directa).
NAM
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