Con base a informaciones preliminares, el día miércoles, 6 de octubre del corriente NAM procesó una información sobre la muerte “de forma accidental” de un niño “especial” producido por un disparo de “escopeta” que ocurrió “fortuitamente” en el interior “de la residencia del menor” cuando éste se encontraba “junto con su abuela y otra menor” de edad.
Sin embargo, este jueves, 7 de octubre, familiares del menor fallecido, se comunicaron con la redacción de este portal web de noticias para exponer su versión de los hechos, al tiempo que, con ello, hicieron varias exigencias en relación con este caso, donde manifestaron que hay “gato encerrado”.
En primer término, la persona denunciante, quien omitió su identificación personal por motivos de seguridad, manifestó que lo único que espera la familia de la Justicia es que se abra la investigación, se determinen responsabilidades, la verdad salga a la luz “tal como ocurrieron los hechos” y que la familia “no sea objeto de amedrentamientos ni amenazas”.
Asimismo, el familiar denunciante, explicó que “El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) a su entender, se tomó atribuciones que no son de su competencia, negándole a la familia el legítimo derecho a conocer e investigar sobre un caso tan delicado.
El denunciante precisó que “la escena del crimen fue rápidamente alterada” por los mismos funcionarios de la policía científica, negándole a los familiares el acceso a poder observar al niño in situ.
Del mismo modo, expuso que “no es competencia del CICPC, escoger la funeraria, preparar al niño, vestirlo, maquillarlo y trasladarlo en una furgoneta oficial hasta el sitio donde ellos mismos escogieron que fuera velado”.
Esta fue la nota que sacó NAM el día del hecho:
¡HIJO DE UN EXCPBEZ! Niño muere al recibir tiro de escopeta de forma accidental
La denuncia en detalles
El denunciante desmintió –en primer lugar- que los hechos ocurrieron en la casa del menor: “El hecho ocurre en la casa del hermano (dueño del arma) de un inspector del CICPC, casa que tenían alquilada en el anexo de arriba, en un inmueble de dos pisos, ubicado en el barrio San José, calle 92 con avenida 38 frente al abasto La Juventud”.
Dice el familiar que “supuestamente él (niño víctima) fue a entregar un juguete a una niña que tiene condiciones de autismo, supuestamente de 12 años de edad; ella saca un arma, presumiblemente una escopeta y acciona el arma, eso es lo que dicen”.
El familiar agrega que “en ese momento, en la casa no había nadie más que la niña en cuestión”.
“Eso ocurrió entre la 1.30 y 2.00 de la tarde –relata el familiar- y los vecinos, que se enteraron de lo ocurrido vinieron a la casa a dar la noticia después de tres horas de ocurrida la tragedia, cuando ya iba el CICPC para esa casa a levantar el cadáver, así lo hicieron, ellos limpiaron todo, no dejaron ingresar a ningún familiar del niño para reconocerlo y para verificar lo que había pasado, no hubo declaración ni explicación”
La razón, según el denunciante
“El dueño del arma –prosigue el denunciante- de nombre Ronny Mavárez, es hermano del inspector CICPC, Ronald Mavárez y esa es la razón por la cual ellos se llevaron el cuerpo sin darnos chance a verle siquiera y saber qué fue lo que ocurrió y cómo”.
“El niño se lo llevaron al CICPC, en Altos del Sol Amado –continúa el denunciante en su relato- cuando los familiares del niño se presentaron en el CICPC, supuestamente al niño le hicieron una autopsia de la cual no sabemos su resultado”.
El denunciante infiere que “si el tiro hubiese sido de escopeta, el niño tuviese el rostro desfigurado, no obstante, el niño lo que tiene es una gasa en el rostro con un agujerito. Cuando nos dicen que no nos van a entregar el cuerpo, la familia se regresa a la casa a realizar todas las diligencias de la funeraria y el sepelio, pues, nada, cuando miramos atrás ya venía la furgoneta con el cuerpo del niño. Ellos mismos se encargaron de vestirlo, ellos mismos alquilaron una funeraria a tres casas de la casa (residencia del niño) no dejaron que nadie lo revisara, ni que lo vieran, es decir, ellos no entregaron el cuerpo del niño a sus familiares como corresponde”.
“Le pusieron una gasa en medio de la cara –añade- no se le ve ni perdigonazos, se le ven dos agujeritos en el rostro y más nada”.
Otro elemento aún más grave
El mismo denunciante menciona un hecho que le atiza mayor gravedad a este asunto: “El año pasado –menciona- el primo del dueño del arma, o sea del hermano del inspector del CICPC, que también era funcionario policial, trató de violar al niño (hoy occiso), entonces aquí hay gato encerrado, aquí hay algo que no está claro y es lo que exigimos que se investigue y que se diga la verdad”.
“Fuimos a Fiscalía –relata- y no recibieron la denuncia, no nos atendieron, no quieren hacer la denuncia, entonces aquí hubo una muerte, no hay nadie preso, no está preso el dueño del arma que, consideramos es el culpable, o sea, el funcionario se lavó las manos, hizo lo que le dio la gana con el cuerpo del niño y esto no puede quedar impune”.
Convencidos de que hay “gato encerrado”
En su relato, el denunciante manifiesta que “el CICPC, en Altos del Sol Amado (Sede de la Delegación Municipal y Zuliana de la policía científica) ellos se pagaron y se dieron el vuelto, o sea, ¿favor con favor se paga? ¿Es así, así es como funciona?”
“En esa casa (donde ocurrieron los hechos) en este momento no hay nadie, todos se fueron”
Funcionarios y ex funcionarios por todos lados
El denunciante reiteró que Rony Mavárez, padre de la niña de 12 años y dueño del arma de fuego con la cual se dio muerte al menor, es un ex funcionario policial y que es hermano del inspector CICPC, Ronald Mavárez; también admite que el padre del niño fue funcionario policial y en este momento está en Perú (…) Pero, esa versión de que el arma era del papá del niño y que los hechos ocurrieron en la casa del niño, todo eso es mentira, todo es como yo se los he manifestado”.
Un niño especial
El familiar del niño describe que “tenía 15 años; cuando él nació le dio una hipoxia (Se presenta cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro. El cerebro necesita un suministro constante de oxígeno y nutrientes para funcionar), tenía 15 años, pero, parecía de 10 y era un niño que, para su condición, era muy inteligente, dulce y cariñoso, sin ninguna malicia y se hacía querer, por el barrio todo el mundo lo quería, era un niño muy tranquilo”.
La familia del menor quiere aclarar las cosas, que la noticia “sea manejada conforme ocurrieron los hechos” y advierten que llevarán la denuncia ante las instancias jurisdiccionales correspondientes para que se haga justicia y el o los responsables paguen, no solo por el hecho que terminó con la vida de su familiar menor de edad, sino por los procedimientos incorrectos llevados a cabo posterior al hecho”.
NAM/Equipo de Sucesos
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