Para el mayor del ejército, Jorge Luis Durán Centeno, uno de los principales actores de la asonada golpista del 4 de febrero de 1992 protagonizada por un grupo de jóvenes comandantes, encabezada por Hugo Chávez, en conversación exclusiva con NAM, afirmó: «Aunque los objetivos políticos de la revolución se han venido cumpliendo (…) la dinámica geopolítica del hemisferio intenta minimizar sus logros».
Para Durán Centeno quien en el año 92 ostentaba el grado de capitán, y se desempeñó como oficial de operaciones, del batallón de paracaidistas «Antonio Nicolás Briceño» (…) En ese momento tuve en mis manos los planos de la toma de Caracas y me tocó la coordinación del grupo de jóvenes militares».
Aunque reconoce que la revolución bolivariana no pudo acabar con el flagelo de la corrupción, unos de los principales motivos que generó el alzamiento, si se frenaron las permanentes intenciones del Gobierno de EEUU, de poner las manos al gobierno y riquezas del país.
Sobre la actual crisis el comandante Durán Centeno, «la atribuye a la escasa voluntad para aplicar los planes que nos dejó nuestro comandante Chávez».
Sobre todo en la aplicación de las tres (3) que nos indicó nuestro comandante, ante un posible alzamiento militar que se reedite el 4 de febrero del 92 afirma que: «Eso solo sería posible para defender el suelo patrio de una invasión extranjera».
NAM/Guillermo Reverol
