Cansado de lidiar a diario con las complicaciones de tomar el autobús o conducir la bicicleta en las congestionadas calles de Múnich para llegar a su trabajo, Benjamin David optó por irse nadando.
Ahora David empaca su computador portátil y su ropa en una bolsa impermeable que se acomoda en la espalda, se pone el traje de baño y se sumerge en el río Isar para iniciar el trayecto.
«Es hermosamente refrescante y además es la vía más rápida», contó David a Reuters Television. «Solía ir en bicicleta, autobús, auto o a pie y toma mucho más tiempo. Hoy la corriente estaba bastante fuerte y sólo me demoré 12 minutos».
Sin embargo, en invierno el río, que corre cerca del centro de la capital bávara, puede ser muy helado, con temperaturas en torno a los 4 grados.
«Lo hago sobre todo en verano», contó David. «Pero también se puede hacer en invierno; ahí uso un traje de baño más largo».
Reuters