Oliver Castillo, un joven que se sumó al éxodo de venezolanos a causa de la crisis política, social y económica que carcome al país, relató su travesía con destino a Perú.
A diferencia de muchos, Castillo rescató que no todo está perdido y la suerte en el extranjero es distinta para cada persona. En su caso, explicó que a pesar de tener pocas horas en tierras extranjeras, tuvo la dicha de conseguir ese mismo día un techo y un empleo para sobrevivir.
“No hay nada que no pase para bien. Me siento bien porque la gente es sumamente amable. Por ejemplo, cuando llegué a Trujillo, no tenía dinero por lo que me pasó en Bogotá, cuando estaba buscando una habitación, hablé con el dueño, le conté lo sucedido y me dijo: Consigue un trabajo, y me pagas cuando comiences a trabajar”, explicó a través de su canal de Youtube.
Posteriormente, detalló que se fue en la aventura de buscar trabajo hasta que dio con un restaurante.
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