Todas las agencias y medios de comunicación de los cinco continentes han coincidido en que el juicio que se sigue en EEUU a Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” es el mayor juicio que se ha celebrado en el Distrito Este de la Oficina del Fiscal Federal de Nueva York en años. La jurisdicción ha presidido casos de mafia y terrorismo y los procedimientos de corrupción del fútbol de la FIFA. Pero estos procesos fueron una tontería delante del que ha sido bautizado como “el juicio del siglo” y que tiene como protagonista a un campesino que creció para ser el hombre que los oficiales de la ley afirman ser el mayor narcotraficante, el más rico y violento de todos los tiempos, ahora procesado por 11 cargos en el país de Donald Trump, que incluyen conspiración de asesinato, tráfico de drogas y lavado de dinero.
Si Pablo Escobar, la primera “superestrella” del narcotráfico en cruzar a la imaginación popular, exudaba un comportamiento relativamente urbano y hasta distinguido, El Chapo Guzmán es estrictamente rural y violento, y la prueba de ello es el contexto de lo que ha pasado fuera del juzgado neoyorkino en las últimas semanas: mientras sigue en rumbo el juicio -ahora en receso por la festividad de acción de gracias en EEUU- el narcotraficante conocido como Z 12, uno de los fundadores del cártel de los Zetas y exaliado de El Chapo fue encontrado muerto en un penal de Tamaulipas (México) y, días antes, Héctor Beltrán Leyva, líder del cártel de los Beltrán Leyva que durante años plantó cara al poderoso cártel de Sinaloa y uno de los convocados a declarar en el juicio en contra de Guzmán, murió de un “paro cardíaco” tras ser transferido a una cárcel de máxima seguridad. Todo un coctel aderezado con relatos sangrientos de brutales asesinatos y acusaciones de corrupción que salpicaron hasta a varios presidentes y otros funcionarios del más alto rango de México.
Así, la primera semana del juicio de “El Chapo” comenzó y terminó justo como se esperaba: de la forma más dramática posible. Una narconovela mejor que cualquier serie de televisión.
Un culebrón. El primer día, en los primeros minutos, el juez que preside el caso anunció que una mujer miembro del jurado tenia que ser reemplazada porque estaba sufriendo problemas medicos debido al temor a posiblemente ser encontrada y asesinada por ser parte del pane y otro jurado fue reemplazado por cuestiones financieras. Luego del retraso, la fiscalía y la defensa presentaron sus alegatos de apertura. Mientras que los fiscales aseguraron que el Chapo “es el narcotraficante más temido, peligroso y despiadado de la historia”, la defensa dijo que su figura es nada más que un mito perpetrado por el verdadero líder Cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, y que funcionarios del gobierno mexicano -incluyendo al presidente Enrique Pena Nieto y el ex presidente Felipe Calderón- han recibido millones de dólares en sobornos del Cartel de Sinaloa. Ambos mandatarios rechazaron esas acusaciones. La fiscalía trató de convencer al juez de desestimar por completo los alegatos de la defensa, pero el juez negó esa petición y sancionó a los abogados del Chapo por hacer acusaciones que, según él, no iban a poder comprobar.
El testigo estrella. Pero este es un juicio que gira en torno a las declaraciones de testigos cooperantes de la fiscalía, entre ellos antiguos socios y rivales del capo de Sinaloa. Y sin duda los momentos más espeluznantes se vivieron con las declaraciones del primero de estos testigos: Jesús Zambada García alias “El Rey”, un exlíder del Cartel de Sinaloa que trabajó muy de cerca con el Chapo.
Zambada García fue el protagonista de dos sesiones del juicio (una el pasado jueves 15 de noviembre y otra el lunes 19 del corriente). En la primera señaló directamente con el dedo al Chapo como uno de los narcotraficantes más poderosos de México, habló sobro las brutales guerras entre los carteles de México y cómo Guzmán ordenó la muerte de varios de sus enemigos, entre ellos a Ramón Arellano Félix (asesinado en 1992), uno de los líderes del cartel de Tijuana mientras se encontraba en una popular discoteca de la localidad turística mexicana de Puerto Vallarta; y a Rodolfo Carrillo (asesinado en 2004), hermano del líder del cártel de Juárez, luego de que la víctima “se negase a estrecharle la mano” al Chapo.
Entretanto, en la segunda sesión, “El Rey” ofreció detalles de millonarios sobornos del Chapo a a autoridades de México para que el Cártel de Sinaloa pudiera operar sin contratiempos. Entre los supuestos sobornados se encuentra a Genaro García Luna, quien fue secretario de seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012). También ex funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México cuando era gobernada por el hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Todos estos funcionarios han negado las acusaciones.
Zambada está detenido desde el 2008 y en 2012 fue extraditado a EE.UU. por haber conformado el grupo narco, por ello desde la defensa del ‘Chapo’ sostienen que su testimonio no debería ser tenido en cuenta ya que ese testigo también está implicado en muchos crímenes.
La novela se reanuda esta semana con los alegatos de la defensa del Chapo.
NAM – 2001
