Las potencias militares del mundo se están desplegando y sus movimientos y maniobras generan gran preocupación, principalmente en países aliados y/o del tercer mundo.
Se considera que en la actualidad el mundo cuenta con la mayor capacidad diplomática-pacífica para enfrentar disputas, problemas económicos, deudas y temas de ocupaciones militares.
Sin embargo, en los últimos días, países como China, Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña han sacado a relucir cuánto poder militar poseen, como un modo de exhibir sus capacidades.
El mundo se pregunta ¿cuál es el objetivo, simples maniobras de intimidación o se está abonando el terreno para un encuentro bélico de talla mayor, similar al de las antiguas guerras mundiales?
¿Enseñando los dientes?
Los militares rusos han mostrado por primera vez por dentro la maquinaria bélica clave que desde 2014 defiende el litoral de la península de Crimea y otras costas del país.
Se trata de un sistema de rastreo, detección y guiado de objetivos aéreos y de superficie dotado del radar multifuncional Monolit-B, que sigue todas las maniobras de los buques de guerra de EE.UU.
Maniobras que se ‘filtran’ con frecuencia al mar Negro a través de estrechos turcos, y los apunta con misiles de defensa costera.
Esta información fue develada por la cadena militar Zvezdá.
Según el canal, las ondas de radar activas emitidas por este sistema ruso «asustaron al destructor estadounidense» Donald Cook del proyecto Arleigh Burke.
Proyecto éste que había entrado en el mar Negro en 2014 para mostrar músculo en plena crisis en Ucrania.
A pesar de las “quejas” de EE.UU. por “mala conducta” de aviones rusos, los norteamericanos enviaron a su destructor cerca de las costas de Rusia ¿Con qué objetivo?
El USS Donald Cook simplemente estaría ‘espiando’ datos radiotécnicos sobre los avanzados sistemas de misiles antibuque rusos Bastión.
Esa sugerencia la hizo el analista militar ruso Román Nesterenko en su artículo publicado en el portal Zjurnalístskaya Pravda.
Los buques de guerra de Estados Unidos han estado presentes cerca de las costas rusas desde los últimos 70 años, eso sin contar las innumerables ocupaciones en Siria y otros países de la región.
Dice el militar ruso, que el Cook sería incapaz de resistir un ataque de misiles antibuque de los de la generación rusa Bastión.
Y añade que en tal sentido, que el Negro y el Báltico son mares interiores rusos ‘de facto’, ya que ninguna nave militar de otro país podría evitar estos misiles en caso de un conflicto bélico.
En otras aguas
La AFP informó este lunes que un grupo de buques de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China, navegó el sábado pasado cerca de las costas de Japón a través del estrecho de Miyako.
Se trata de un estrecho situado entre las islas japonesas de Miyako y Okinawa, hacia el océano Pacífico, según un cable de la Global Times.
Tales naves estarían encabezadas por el portaviones Liaoning y acompañado por el destructor de misiles guiados tipo 055 Nanchang.
Se precisa que ese ejercicio es de rutina y tiene como objetivo aumentar de manera integral la capacidad de combate de los buques.
Resultaría la primera vez que el destructor Nanchang, que entró en el servicio naval el año pasado, participa en una maniobra de este tipo.
La Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón detectó el paso de un total de seis buques de guerra chinos por el área.
Se informa de que el destructor USS Mustin de la Marina estadounidense navegó el sábado hacia el mar de la China Oriental.
Al día siguiente, el grupo de ataque del portaaviones Theodore Roosevelt entró en el mar de la China Meridional a través del estrecho de Malaca.
Provocaciones
Sin entrar en las aguas profundas de Norcorea, otro país en rebeldía permanente contra las decisiones de la OTAN.
Norcorea ha sido una de las naciones que más veces y con mayor «provocación» a «pelado los dientes» mostrando su enorme arsenal.
El país asiático se ha atrevido incluso, a ejecutar pruebas que traspasan los límites de acuerdos firmados y ha mostrado petulancia ante el mundo y ante su vecino en conflicto Corea del Sur.
El experto en asuntos militares chino, Wei Dongxu dijo al diario chino que la maniobra del portaviones Liaoning es probablemente un ejercicio de entrenamiento programado.
Tal maniobra no estaría relacionada con ningún factor externo, pero que los grupos de portaviones siempre pueden establecer posiciones defensivas marítimas más amplias.
“Esto para salvaguardar las regiones costeras que enfrentan frecuentes provocaciones militares de buques de guerra y aviones de guerra estadounidenses”.
A mediados de 2021, el presidente Joe Biden habló en el Departamento de Estado y proclamó que “América ha vuelto”, en un aparente retorno a las posturas tradicionales de la política exterior.
Dichas políticas habían sido “recalibradas” bajo la consigna de “América primero” de Trump. Biden prometió ser más duro con Rusia.
Durante su primera comunicación telefónica, le echó en cara a Xi Jinping el expansionismo chino en Asia y las violaciones de los derechos humanos.
Aseguró que no iba a levantar las sanciones impuestas por Trump contra Irán cuando se retiró unilateralmente del tratado nuclear de 2015
Dijo mantener las medidas sancionatorias hasta que el gobierno de los ayatollahs no detengan el enriquecimiento de uranio.
Un careo sin tregua
En esta coyuntura sale a relucir un eje de soberanía y defensa con un poderío militar avasallante que permite a algunos países “sublevarse” ante pretensiones norteamericanas.
Antes de entrar en el eje Rusia-China-Irán, hay que mencionar el conflicto bilateral entre Estados Unidos e Irán en torno a un acuerdo que al parecer ambos violaron y ambos se acusan.
Irán rompió un acuerdo nuclear conocido formalmente como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), tras iniciar actividades asociadas al enriquecimiento de uranio.
A raíz de lo cual, Estados Unidos inició una serie de sanciones económicas en contra de Irán como medida coercitiva para que los árabes se encarrilen por los rieles del acuerdo firmado.
No obstante, Irán a su vez se niega a entrar en las vías del convenio hasta que Estados Unidos levante las sanciones restrictivas.
En medio de esta pugna, China y Rusia mantuvieron firmes su apoyo al JCPOA. El líder supremo iraní, Alí Jamenei, agradeció a ambas naciones su postura.
Con dicha postura, volvió a desafiar al “Gran Satán”, que es como el régimen iraní denomina a Estados Unidos desde la revolución islámica de 1979.
“Si quieren que Irán vuelva a sus compromisos del JCPOA, Estados Unidos debe eliminar todas las sanciones y luego que hayan hecho esto, reanudaremos nuestros compromisos”.
Poder avasallante
El eje Beijing-Moscú-Teherán, es gigantesco en términos demográficos, con una población en conjunto de 1.500 millones de habitantes.
Es enorme desde el punto de vista geográfico, con 29 millones de kilómetros cuadrados y una economía, que en conjunto, representa el 22% del PIB mundial.
Además, China y Rusia son parte del exclusivo club nuclear y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ambos con el respectivo derecho a veto.
El nuevo Eje está dotado, igualmente, de un poderío militar, capaz de contrapesar, en las áreas de disputa, en lo naval, terrestre y aéreo, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Disputas geopolíticas
El mar de la China Meridional es un ejemplo de un espacio rico en recursos disputado entre varios países que limitan con él.
En el siguiente video se explica al detalle las razones de la disputa y los países en pugna. Todo esto aunado a las otras controversias que en materia bélica se han acentuado en los últimos años.
Sin entrar en detalles como las ocupaciones militares de Estados Unidos en Colombia y en ejercicios militares conjuntos donde se incluye Guyana, las fuerzas militares se están desplegando.
Se están “enseñando los dientes” y dando apenas un “abreboca” a sus rivales más acérrimos de toda sus capacidades, incluyendo ejes estratégicos con gran capacidad de respuesta.
NAM/Ernesto Ríos Blanco/RT/Infobae
