Tres líderes indígenas que mantenían luchas en defensa de sus territorios fueron asesinados en menos de una semana en Guatemala.
De acuerdo a una declaración difundida el lunes por el Comité Campesino del Altiplano (CCDA), el crimen más reciente ocurrió la noche del domingo contra Mateo Chaman Paau, un dirigente campesino de esta organización. Según el CCDA, éste fue asesinado en una comunidad del municipio de Cobán –en Alta Verapaz, al norte de la capital guatemalteca– y habría recibido previamente amenazas de muerte por la labor que realizaba.
En su mensaje la organización agregó que le preocupa la vulnerabilidad de las familias del norte guatemalteco, donde se han registrado los dos últimos crímenes. “Nosotros defendemos la vida y el modo de vivir de los pueblos y la cultura milenaria”.
Vitoria Tauli, Relatora Especial de Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas, visitó el país centroamericano la semana pasada y dijo sentirse preocupada por la vulnerabilidad en la que viven los indígenas y campesinos en Guatemala por la criminalización que hace el Estado y el sistema de justicia de sus luchas.
El jueves pasado, José Can Xol, también líder campesino del área de Alta Verapaz y miembro de CCDA, fue asesinado por desconocidos. En un comunicado la CCDA dijo que desconocidos llegaron a la comunidad a intimidar a los habitantes, disparando y agrediendo a los comunitarios. La organización exigió una investigación que lleve ante la justicia a los responsables.
Un día antes, el miércoles, otro líder fue asesinado. Esta vez se trató de Luis Marroquín, líder del núcleo central de la organización Comité de Desarrollo Campesino (CODECA), una de las mayores y más fuerte organizaciones campesinas del país. Marroquín fue seguido por desconocidos que lo atacaron con armas de fuego dentro de una librería en el departamento de Jalapa, al este de la capital guatemalteca.
La organización culpó al gobierno del presidente Jimmy Morales de las agresiones, pues en días pasados el mandatario dijo frente a manifestantes que un niño había muerto “por una manifestación de Codeca”, declaración que según la organización “afianzó el odio y resentimiento contra CODECA”.
No obstante, el vocero presidencial Heinz Heimann dijo a periodistas que lo que el presidente hizo fue mostrar su rechazo a las protestas “que vulneran los derechos de los ciudadanos, como es el de la libertad de locomoción”, pero no fomentó ataques contra los dirigentes indígenas.
Tanto CCDA y CODECA han mantenido luchas históricas por el acceso de las comunidades a la tierra, a la autodeterminación, a la protección de los derechos humanos, a mantener sus tierras libres de megaproyectos como hidroeléctricas y minas, y la nacionalización de servicios como la energía eléctrica.
CODECA también ha sido señalada por el empresariado guatemalteco de cometer delitos, los cuales son investigados por la fiscalía.
Hasta el momento no se ha detenido a nadie por los tres asesinatos. La vocera de la fiscalía, Julia Barrera, dijo a la AP que los casos están bajo investigación.
NAM/AP