Con una concentración austera comparada con las grandes movilizaciones del pasado para un 1º de mayo, el líder de los trabajadores cubanos denunció este miércoles en La Habana el embargo de Washington contra Cuba y reconoció las «ineficiencias internas» de su país.
Cuba enfrenta «un contexto complejo y adverso» por «el recrudecimiento de la política estadounidense de máxima asfixia a nuestros pueblos, así como nuestras propias ineficiencias internas«, dijo Ulises Guilarte, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, cuando la isla vive su peor crisis en tres décadas con apagones y escasez de alimentos, medicinas y combustible.
Portando banderas cubanas y retratos de su fallecido líder Fidel Castro (1926-2016), miles de trabajadores, con camisetas blancas y rojas, llegaron a pie desde la madrugada a la recientemente restaurada Tribuna antiimperialista, una emblemática explanada situada frente a la embajada de Estados Unidos.
Con el mar a un costado y la representación diplomática como telón de fondo, una joven representante de los trabajadores de la electricidad en La Habana se quejó ante la tribuna de las «carencias y situaciones de desabastecimiento provocadas esencialmente por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero» de Washington contra la isla desde hace más de 60 años.
Según Darian Oramas Campos, los cortes de electricidad que sufre frecuentemente la población son provocados por la dificultad que tiene el gobierno para adquirir combustible y equipo de mantenimiento para reparar las antiguas termoeléctricas de la isla.
La irritación social por los apagones ha detonado varios brotes de protestas antigubernamentales desde las históricas manifestaciones de julio de 2021, pese al riesgo que enfrentan los ciudadanos de graves condenas en prisión.
Sin hacer uso del micrófono y enfundado en su típico uniforme verde olivo, el retirado general de la revolución cubana, Raúl Castro, se unió a la celebración de este miércoles que duró apenas una hora, con el presidente Miguel Díaz-Canel.
La marcha por el Día Internacional de los Trabajadores del 1º de mayo solía ser un acto multitudinario en la capital cubana con una monumental movilización de autobuses que convergían en la emblemática Plaza de la Revolución, el punto más alto y céntrico de La Habana.
Sin embargo, el año pasado la movilización se realizó con cuatro días de retraso, opacada por la fuerte escasez de combustible que en esos días impedía a la población trasladarse. Este año las autoridades decidieron que las concentraciones se hicieran en cada municipio para evitar los grandes traslados.
NAM – AFP
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