Otras dos personas fueron atacadas por osos en Alaska durante el fin de semana, con lo que aumentó a cuatro el número de encuentros en el estado en menos de una semana, dos de los cuales resultaron fatales.
Funcionarios estatales de vida silvestre desconocen la causa del gran número de ataques en un periodo tan corto. Pero uno de los funcionarios especuló con que quizá la distribución de presas, como los alces, se encuentran este año más cerca de las personas.
El sábado dos personas resultaron heridas en ataques de oso pardo por separado, uno ocurrido en un terreno militar en Anchorage y el otro cerca de la comunidad de Hope.
La semana pasada murieron otras dos personas en un par de ataques de oso negro. Uno era un niño de 16 años que participaba en una carrera alpina en Anchorage, mientras que el otro era un contratista minero que fue atacado a 440 kilómetros (275 millas) al noreste de Anchorage.
NV1/AP
