¡ELIJO SER FELIZ! María Alejandra Requena cuenta lo difícil que fue superar la terrible pérdida

8 julio, 2023 / Redacción / Relevante / Farándula y Espectáculos /

María Alejandra Requena nunca pensó en ser escritora, pero el deseo de ayudar a otros a salir de la oscuridad del dolor y la angustia la impulsó a asumir el reto de lanzarse de lleno al mundo de las letras. El resultado de esa decisión fue “Elijo ser feliz”, un libro en el que la criolla de 48 años narra el proceso de duelo y reconstrucción que vivió tras la repentina muerte de Ismael Hurtado, su compañero de vida por casi 26 años. El texto también le ha permitido cumplir el sueño de ayudar a otras personas que han enfrentado el dolor de una forma tan devastadora como ella.

Como se recordará, la también presentadora se casó en 1999 con Ismael Hurtado, con quien procreó a sus hijos: Andrés y Miranda. Hurtado falleció en 2018 tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), luego de permanecer varios días en un estado de coma. Tenía solo 40 años de edad.

Caraqueña de nacimiento, María Alejandra Requena se dio a conocer en Venezuela en el espacio “Atrévete a soñar”, que animaba con Nelson Bustamante en RCTV. En 2013 entró en las filas de CNN en Español, donde destacó en diversas coberturas y espacios.

Hace uno meses, cabe destacar, celebró su boda con el actor venezolano Luciano D’Alessandro. Ambos residen actualmente en Miami.

¿En qué se diferencia ‘Elijo ser feliz’ de otros textos de este estilo?

Principalmente que es mi historia, nadie más la puede contar de esa manera porque ha sido lo vivido hasta ahora, pero más allá de eso, te puedo contar lo que me dicen las personas que lo han leído. Es impresionante cómo conectan con la historia y cómo se sienten identificados, y no solo aquellos que han perdido a un ser querido, sino como me dicen, conectan con otras partes de la historia porque puedes lo mismo llorar que reís con varias partes del libro, no lo digo yo, me lo comentan tantas personas que me han escrito en redes sociales o cuando me ven en persona.

¿Cuán difícil fue revivir todo el proceso para contar tu historia?

Fue muy duro, sobre todo porque yo comencé a escribir como terapia, no con la intención de convertir todo eso en un libro. En aquel momento fue muy difícil, pero ahora entiendo que fue parte el proceso de sanar. Decido convertirlo en un libro cuando muchas personas se me acercaban y me preguntan qué había hecho, que se me notaba más tranquila, que estaba recuperando el brillo en la mirada, y allí es cuando esta historia a lo mejor puede ayudar a otra persona que esté pasando por algo parecido, y si eso es así, si puedo ayudar a alguien más, yo, que estuve allí en esa oscuridad, sé lo mucho que ayuda. Por eso decido convertirlo en libro.

El dolor no se olvida

María Alejendra Requena destaca, sin embargo, que cada vez que hacía las revisiones antes de mandarlo a la imprenta, volvía a conectarse con ese dolor.

“Revivir lo que pasaron mis hijos fue muy difícil. Creo que cuando uno pasa por tanto dolor, no es que a uno se le olvida ese dolor, sigue ahí, lo que pasa es que esa herida ya no está abierta, aprendes a recordar las cosas bonitas, pero sabes que hubo mucho dolor. Cuando uno conecta con esos momentos es imposible no revivirlos en parte”, contó.

¿Cuál fue el capítulo que más te costó terminar?

El que más me costó no era cuando lo pensaba como libro, sino precisamente cuando reviví todo lo que sucedió mientras que yo estaba en Lima, Perú, y mis hijos en Miami. La desesperación, la angustia y el dolor que sentí, cómo se iba quebrando nuestro mundo, el de Andrés, Miranda y mío; fue espantoso, pero creo que hoy en día el peor capítulo es revivir lo que pasaron mis hijos, ese dolor que, gracias a Dios, han aprendido a ir sanando estos años, pero como madre me duele todavía mucho que ellos hayan vivido, no solamente la pérdida de su papá, sino el trauma de la forma sin su mamá cerca porque yo estaba a miles de kilómetros de distancia trabajando; ellos fueron los encargados de tratar de salvarle la vida a su papá.

¿Siempre pensaste en ser escritora?

Nunca pensé convertirme en autora, jamás, jamás, además de que me parecía algo muy difícil de hacer. En mi caso, me decido hacerlo libro por ayudar a otras personas, pero confieso que me dio mucho miedo y sobre todo estaba a la expectativa de cómo la iban a tomar los demás, qué pensaban sobre lo que había escrito. Da nervios porque es una nueva etapa, pero es muy bonito ver cómo tantas personas han conectado, que se devoran el libro y nunca se hubieran imaginado eso. Eso me llena de mucha felicidad.

¿Cuál fue la mayor lección que te dejó realizar este libro?

La mayor lección dentro de todo esto, no para mí, sino para todos, es darnos cuenta de que lo único seguro en la vida son los cambios. En mi caso fueron cambios y la muerte de quien fuera mi compañero de vida por casi 26 años, pero también es la gratitud de saber que tuve la oportunidad de vivir amor desde el amor por tantos años, con unos hijos maravillosos, que me dan dolores de cabeza, sí, pero que los amo, por supuesto, y todas las experiencias vividas. Lo bonito de este libro es que las personas también reflexionan un poco sobre lo que han vivido y me lo cuenta. Así que yo creo que este libro por mucho tiempo me va a dar lecciones sobre, por ejemplo, la fortaleza de tantas personas que lo han leído y que se conectaron con la historia.

¿Tienes nuevos libros en mente?

Sí, sabrás que ya me lo están pidiendo mucho. Sobre el mismo género diría que sí porque es sobre la vida. Cuándo, tendrá que ser más adelante porque ahorita tengo otros proyectos, pero sí, definitivamente me gustaría seguir escribiendo.

¿Tienes pensado volver a la televisión?

No está en entre mis planes inmediatos, estoy ahora en la preproducción de un pódcast, estoy organizando mi página web, haciendo la estructura de mi conferencia que, Dios mediante ya comienzo a dar; la primera va a ser en Medellín, y así voy a ir trabajando en otras. Houston también está, México a donde voy a ir pronto también; espero, Venezuela en algún momento, pero sí hay muchas cosas por hacer y estoy trabajando en eso. Además, me gusta mucho porque es la conexión directa con todas las personas, es sentir que estoy influyendo de una forma positiva y sobre todo ayudando a quienes los necesitan.