Con sus versos protestó ante la negligencia del Gobierno. Sus canciones se convirtieron en interpretaciones populares que retumbaron en los oídos de quienes se desentendían de su pueblo. Para el año 1967 graba uno de sus más grandes éxitos como lo fue La Grey Zuliana, considerada por muchos como el segundo himno del Zulia.
El crítico gaitero Octavio Urdaneta, fue quien bautiza a Ricardo Aguirre como “El Monumental de la Gaita”.
Aunque la historia de Ricardo Aguirre comienza en el Empedrao, en el barrio Santa Lucía de Maracaibo estado Zulia donde nació y creció. Fue un 9 de Mayo de 1939 cuando se escuchó por primera vez el sonido de las cuerdas vocales de Ricardo José Aguirre González, quien años después fue bautizado por todos como “El Monumental de la Gaita” zuliana.
A los 15 años y en medio de la dictadura sus padres lo enviaron a estudiar en la Escuela Normal Nacional Gervasio Rubio, municipio Junín del estado Táchira. Allí comenzó a ejecutar el cuatro y el piano.
Se graduó a los 19 años y comenzó su obra como educador. Su trabajo de docente era compartido con su afición a la música, a la composición y como locutor.
Su inicio en la gaita fue con el conjunto “Los Sabrosos”, donde fungió como director, y más adelante con el grupo Santa Canoíta. Junto a sus hermanos Rixio, Renato y Alves, en 1962, ingresa a Cardenales, pero al dividirse el grupo, él mismo propuso la creación de Los Cardenales del Éxito.
En 1963 graba las primeras gaitas tituladas: Golpe Tradicional de Rixio Aguirre; Gaita, Gaita de Don Pedro Colina; y Gaitas Tradicionales de Luis Ferrer y Rixio Aguirre. En 1967 se integra al Conjunto Saladillo, donde logra grabar: Ronda Antañona, La Flor de la Habana, Dos Madres Antañonas y La Grey Zuliana, y que según el compositor e investigador Arnoldo Hernández Oquendo, la música de esta obra pertenece a Ricardo Aguirre, y presuntamente una estrofa y el estribillo a Marcial Valbuena.
Finalmente en 1969 vuelve a sus Cardenales del Éxito donde plasma las obras musicales: Decreto Papal, La Vivarachera y Maracaibo Marginada.
Para el 8 de noviembre de 1969, Aguirre se marchó a otro paisaje. Un accidente de tránsito le arrebató la vida al hombre que en apenas siete años dentro de la gaita gritó las angustias de un pueblo en el que vive su voz.
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