¡EL MENSAJE DE LOS LUNES! «El Síndrome de Procusto» || Laura La Rosa Colmenares

Procusto fue un personaje de la mitología griega (hijo de Poseidón) que se caracterizaba por ser un posadero que tenía una cama de hierro, y ofrecía alojamiento a los viajeros que pasaban por su casa.

La leyenda cuenta que cuando un huésped llegaba a su hogar, lo invitaba a pasar la noche en su cama de hierro. Si el huésped era más alto que la cama, Procusto lo amarraba y cortaba las extremidades que sobresalían para que encajara con la cama. En el caso de que el huésped fuese más bajo que la cama, Procusto lo estiraba para ajustarlo a su medida. Por esta razón, el nombre de Procusto se utiliza como una metáfora para referirse a la tendencia de obligar a la gente a encajar en formas o moldes que no son los suyos, a pesar de las consecuencias negativas que esto puede tener.

Es una metáfora poderosa para las personas que nos cortan las alas o nos tiran hacia abajo cuando intentamos superarnos.

En la vida, muchas veces nos encontramos con personas que parecen apoyarnos y valorarnos hasta que intentamos sobresalir. En ese momento, nos encontramos con el síndrome de Procusto: «La tendencia a cortar las alas a las personas intentan sobresalir».

Hay gente que puede alegrarse de tu progreso, hasta que ese progreso sea una amenaza para su Ego y entonces, harán todo lo posible por descalificarse, criticarte y tal como Procusto tratarán de encajarte en una cama, en un molde donde no encajarás jamás.

Así que, dejemos ir a aquellos que tratan de hacernos pequeños y abracemos nuestra individualidad y nuestras habilidades únicas. Nadie tiene el derecho de recortarse o decidir quiénes somos. Sigamos adelante y superemos nuestras limitaciones, porque el éxito y la felicidad son nuestro derecho de nacimiento. ¡El tamaño de tu molde lo decides tú!»

En la vida te vas a conseguir PROCUSTOS profesionales y también en la vida personal, es bueno reflexionar si a veces nos vemos reflejados en este personaje porque cuando limitamos a otros, solo estamos reflejando nuestra limitación. El éxito de otros es para inspirarnos, no para amenazarnos.