Decir que «NO» es tan válido, genuino e importante como decir «SI» pero, ¿Por qué cuesta tanto hacerlo? Entre tantas razones te comento las más frecuentes en mis sesiones de coaching: “Necesidad de aprobación, sentimiento de culpa, miedo al rechazo o miedo a las críticas”.
Desde niños nos enseñan a complacer: – Saluda a tu tío, canta para tu abuela, aplaude a tu hermano, comparte tus juguetes, baila para que los padrinos te vean; en fin, decir que NO ante estas peticiones era todo un desafío. Luego aprendemos y crecemos con la creencia de que decir que NO es un acto inadecuado, que solo seremos queridos cuando respondemos SI; entonces andamos con los quereres de todos a nuestro alrededor, menos con los nuestros.
Aunque a mucha gente le cueste reconocerlo, los beneficios de decir que NO son muchos, ya que te permiten ganar respeto, seguridad así como reforzar tu autoconfianza.
¿Cómo hacer para decir que NO sin morir en el intento?
1. Revisa tus juicios cuando alguien te dice que «NO» a ti, si te sientes rechazado o algo parecido, evitaras hacer que alguien más pase por ese desagradable sentimiento. Si por el contrario, entiendes que el otro tiene derecho al No tanto como al Si, podrás decir que NO sin sentirte culpable.
2. Ser asertivo requiere estar en coherencia con lo que se quiere, es decir, saber decir que NO, sin agresión, excusas o sumisión, un NO firme sin ser violento.
3. Mucha gente nos pide ser empático, para mí es poder entender la petición que hacen, sin que eso me impida decir que «NO» si es la respuesta que quiero dar. Empatía es comprender como se siente el otro, no es igual a simpatía.
Recuerda, cuando decimos «Sí» queriendo decir «NO» estamos afectando nuestra autoestima y dignidad como personas. Piensa que la primera persona que debes complacer es a ti mismo.
NAM/@SoyLauraLaRosa
