Creer según el diccionario, es considerar una cosa como verdadera o segura o pensar que existe, sin tener pruebas de su certeza o un conocimiento directo de la misma. Considerar una cosa como posible o probable, sin llegar a tener una certeza absoluta de ello.
¡Creer es fundamental! Creer en uno mismo por ejemplo. Esa imagen que hacemos de nosotros y que puede ser destructiva o sana. Lo que creemos de nosotros lo convertimos en acciones.
Si piensas en cualquier persona que admires por sus logros, por su capacidad creativa; sin duda, esa persona creyó que era capaz de lograrlo. Posiblemente hubo gente que lo animó y algunas otras le dijeron que no era posible, pero creer en sí mismo aunque no tengas certezas, es el habilitador más grande para construir.
Solía poner excusas frente al miedo y decirme cosas como «Bueno, se le hizo fácil por esto o aquello» «Es que no es lo mismo esto que» «Claro tú lo dices porque a ti no» en fin, era más sencillo el cuento de que el «CREER» dependerá algo que está fuera de mí.
Las conversaciones para creer más importante que tengo hoy son conmigo. Hoy decido creer que es posible lograr las cosas que pinto en mi mente y para ello es necesario ponerle Plan, Metas, Objetivos, fechas, rodearte de personas que vibren en esa energía creativa y sin duda ¡Cosas maravillosas empiezan a pasar!
Entender que para construir lo que se quiere, es esencial descubrir en qué o en quién se cree; empezando con uno mismo y asegurarse de que sea algo serio y profundo, capaz de dar y llenar de sentido la vida; ésto servirá de energía para levantarse cada mañana y como palanca para levantarse al caer.
