lunes 6 de mayo de 2024

¡EL MENSAJE DE LOS LUNES! «Conversaciones Complejas» (Laura La Rosa Colmenares)

Como todos los lunes, Laura La Rosa Colmenares nos trae su «Mensaje de los Lunes» para iniciar la semana con armonía, sabiduría, paz y entendiendo que en todos los procesos humanos existen grados de complejidad que debemos saber manejar. Aquí tenemos este mensaje muy interesante

Hay conversaciones de conversaciones y hay unas muy complejas de tener.

¿Qué hace que una conversación sea compleja?

Desde mi punto de vista, una conversación compleja tiene los siguientes elementos:

.- El interlocutor; es decir, la persona con la cual la tendré es realmente importante para mí, de allí algunos miedos a perder la relación.

.- El tema, el contenido a tratar es un elemento que puede parecer difícil de manifestar y como consecuencia también genera miedo.

.- Pensar en cómo lo tomará la otra persona: con frecuencia escucho en mis sesiones «es que no sé cómo lo tomará» «creo que no le gustará» se pondrá de ésta o aquella manera» se alejará de mí», entre otras.

.- La expectativa es otro elemento importante. Ir a conversar con una expectativa fija puede ser causante de frustración con un resultado diferente.

.- Mal manejo emocional, si no sabemos canalizar la emocionalidad propia frente a un tema complejo, es poco probable entender, manejar o acompasar la emocionalidad del interlocutor.

.- La predisposición limita la escucha, ir a conversar desde nuestras posturas sin escuchar y comprender las del interlocutor.

.-Poner toda la responsabilidad en la otra persona. En toda situación cada quien tiene su cuota, hay tendencia a ver solo la del otro lado.

Suponer, hacernos una novela sobre intenciones que no se validan y que terminan por hacernos esclavos de juicios que limitan escuchar al otro desde el bien.

Las conversaciones complejas tienen gran beneficio cuando se logran tener disposición de aprendizaje y cuando se va a ellas desde la creencia de aportar entiendo que ambos son arte y parte del asunto.

Algunas preguntas que suelo hacerme para dar el paso para conversar: ¿La persona y la relación me importan? ¿Lo que necesito abordar es algo que de no hacerlo me aleja o no me permite estar a gusto? ¿Para qué quiero conversar? ¿Cuál es mi responsabilidad en eso que quiero conversar? ¿Hacerlo me dará paz? ¿Estoy dispuesta a escuchar para entender? Si la respuesta es sí, lo demás, aunque sea complejo termina siempre en alivio.

Y tú, ¿Cómo te preparas para tener una conversación compleja?

NAM/Laura Colmenares