Jesús «Chivita» Lezama, nació un 09 de febrero de hace 104 años en Tucupita, en Delta Amacuro, pero se considera un orgulloso caraqueño que desde hace más de medio siglo se pasea por las tribunas del estadio Universitario, uniformado de los Leones del Caracas y armado con su corneta de siempre para animar cada encuentro.
Aunque sus padres tenían el anhelo de verlo vestido de militar, su rebeldía y pasión por el beisbol lo llevaron a convertirse en una leyenda del deporte estrella de los venezolanos. A sus 104 años de edad, lúcido y apenas con ayuda de un bastón, “Chivita” no se perdió la celebración donde el Caracas se tituló campeón por vigésima primera vez de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Ningún regalo de cumpleaños será mejor.
El conocido fanático número 1 del Caracas, recuerda que su pasión inició con el triunfo de Venezuela en 1942 durante un campeonato que se disputó en La Habana. Desde ese momento, hizo todo lo posible por acudir a cada encuentro deportivo con su equipo: “Yo me coleaba para entrar. Era un espectáculo bonito”.
Año a año, este ícono caraqueño luce el uniforme de “Los Gloriosos” en el que lleva estampado su edad, y asegura guarda con recelo cada uno de ellos.
Amado por todos los peloteros, también usa collares con los que bromea y asegura que “no es brujería”, pero los usa para intimidar al equipo contrario.
Con 104 años ya cumplidos, es padre de 14 hijos, 13 de ellos caraquistas y uno magallanero. Asegura que cuando se termina la temporada se enferma, porque el amor por el beisbol es lo que lo mantiene con vida.
Frases de una leyenda
«Yo veía que el Magallanes tenía un señor con una sirena y como vi que el Caracas no tenía a nadie que lo animara busqué una corneta de pera para tocarla, pero en San Agustín me robaron la pera de la corneta, así que me la llevé a la boca y empecé a soplarla…»
«Hoy en día tú vez gente del Caracas y gente del Magallanes compartiendo tribuna. Antes, eso era imposible. Ya se acabó la guerra de la cerveza y de las conchas de naranja»
«Tuve la dicha de compartir celda en aquella época (Preso de Marcos Pérez Jiménez 1952) con Aquiles Nazoa, el poeta, un gran hombre, lo admiro mucho, tuve nueve meses en prisión con él»
«Yo admiraba a Fidel (Castro) Esta chivita (la barbita) es por él, pero uno se va dando cuenta de las cosas y mamá me enseñó cosas muy bellas como respetar a la gente, a ser democrático y a respetar las leyes. Él (Fidel Castro) apoyó a los periodistas y estuvo a favor del derecho sindical y el derecho a protestar libremente ¿Qué pasó con todo eso cuando llegó al poder? A los periodistas los mandó a fusilar…».
«Mi alegría más grande como fanático, cuando ganamos en Hermosillo, México, la Serie del Caribe en 1982 con el ‘Chico’ Carrasquel como manager y los dos no hit no run que le metió el Caracas al Magallanes»
«Los señores Antonio José Herrera y Francisco Arocha (Propietarios de Tiburones de La Guaira) dieron la orden de que me sacaran del estadio como si yo fuera un delincuente, solo porque la directiva del Caracas les prohibió a la Samba sonar cuando Leones era home club ¿Qué culpa tenía yo de esa vaina? Por eso les lancé la ‘Maldición’ ‘El Dios Warao del Delta (Amacuro) los castigó y mientras ellos sean los dueños, La Guaria no ganará más nunca un campeonato y ya van para 40 años…y no van a ganar, lo lamento por la fanaticada que no tiene la culpa, pero no van ganar…»
«Agradezco que me hayan homenajeado en una temporada, pero agradecería más que me amplíen la cuota de entradas que me dan para poder llevar a mi familia, especialmente a mis nietos. Solo me dan dos entradas. Presidente (de la LVBP) no sea tan pichirre…»
«Nunca he cobrado un solo bolívar de sueldo. Asisto a los estadio por amor y por pasión por los Leones. El equipo me paga viáticos y hotel, pero yo no cobro ni un centavo»
«El Caracas es mi vida y la fanaticada tiene un espacio en mi corazón…»
«Siento un inmenso orgullo al ponerme un uniforme de los Leones, eso pesa mucho. Lo que más me emociona es cuando el Caracas va ganando y saca el out 27»
«Soy Yanquista (Yankees de Nueva York) y fanático al Real Madrid (fútbol) Espero antes de morirme poder conocer el Yankee Stadium y el Santiago Bernabeu. El uniforme del Cervecería era una copia fiel del uniforme de los Yankees de Nueva York y este uniforme rayado de los Leones también…»
«Prácticamente voy al estadio (Universitario) gateando por mi condición física y voy porque un amigo me lleva y me trae y cuando no puede, escucho los juegos por radio»
«Una de las cosas que recuerdo con mucha frescura fue cuando Pompeyo Davalillo tuvo la osadía de decirle a Vizquel (Omar) que se había equivocado de estadio, porque su sitio era el hipódromo (por su baja estatura)»
«Cuando entonan el Himno (Nacional de Venezuela) y escucho en el coro ‘que el yugo lanzó’ muevo la bandera para todas partes, para decir que eso tenemos que sentirlo todos, el deseo de libertad, que el amor por Venezuela es un deber de todos…».
NAM/Redacción
