El Teatro de la Ópera de Maracay (TOM), obra recientemente restaurada, a pesar de haber tenido unos inicios llenos de contratiempos, se ha convertido hoy en día en una edificación que llena de orgullo de los amantes de las artes del estado Aragua y epicentro de la movida cultural de Maracay y sus alrededores.
Esta sala de conciertos comenzó a construirse en 1932, por mandato del entonces presidente de Venezuela, el dictador Juan Vicente Gómez. La obra le fue encomendada al arquitecto Luis Malaussena, quien la acometió junto a su joven colega Carlos Raúl Villanueva.
Los arquitectos se inspiraron en el Teatro de la Ópera de Charles Garnier, en París, para desarrollar el monumental proyecto cargado de líneas sobrias dentro de su espectacularidad donde predominan las líneas horizontales y algunos espacios libres compensan la pesadez de ese predominio.
El sitio seleccionado para construir el teatro fue un terreno baldío ubicado en las adyacencias de la Plaza Bolívar de Maracay, frente al Hotel Jardín y la Clínica Maracay, que conforman un conjunto arquitectónico de grandes proporciones, sin precedentes en la Venezuela de entonces.
Teatro de la Ópera de Maracay
Una larga pausa
La gran inauguración del teatro estaba prevista para el año 1936 con una compañía española de zarzuela. Desafortunadamente para el proyecto, el General Gómez, su principal impulsor, fallece el 17 de diciembre de 1935 y los trabajos fueron paralizados a mediados del marzo de 1936.
Así, a medio terminar, va quedando en el olvido por décadas, hasta que en 1971 finalmente se reinician el trabajo para terminar el edificio, bajo la dirección de Luis Manuel Trompis, Juan Márquez Centeno y Jesús Álvarez Fernández, quienes logran inaugurarlo el 19 de marzo de 1973.
Veintiun años después, en 1994, el edificio del teatro fue declarado Monumento Histórico Nacional y decretado patrimonio cultural del estado y la nación… Pero lamentable volvió a caer en el abandono y volvió a cerrar sus puertas.
La merecida restauración
En el 2015, tras año y medio de trabajos de restauración y mantenimiento, abrió nuevamente sus puertas al pueblo aragüeño el Teatro de la Ópera de Maracay. El recinto se convirtió desde aquel entonces en una importante referencia cultural y artística a nivel nacional, con la presentación de figuras del espectáculo y la participación del talento local.
Su recuperación, dirigida por el arquitecto José Alberto Pulido, contempló la rehabilitación de fachadas, puertas y ventas, así como la instalación de más de 900 butacas, climatización de las áreas con 32 equipos de expansión directa, colocación de alfombra, entre otras mejoras.
Teatro de la Opera de Maracay
El teatro cuenta ahora con un moderno sistema acústico, un centro de investigación audiovisual de la historia del teatro en Venezuela, además del salón de piano que lo convierte en el único en Venezuela en ofrecer este tipo de espectáculos.
El teatro recuperado, que posee más de 380 luces en la parte exterior del teatro, y 180 en el piso del corredor. De igual forma, se reestructuró toda el área adyacente al Teatro, incluyendo un bulevar vehicular que incorpora la plaza Bolívar y la fachada del Hospital Civil de Maracay al Complejo Histórico, para restaurar totalmente la zona.
NAM/Agencia/Loremar Gamboa