miércoles 8 de mayo de 2024

¡EFEMÉRIDES! #18Mar Se declara el Monumento Natural Cerro María Lionza

El 18 de marzo de 1960 se declaro Monumento Natural al Cerro de María Lionza, ubicado en el estado Yaracuy. Siendo un macizo montañoso del cual nace el río Yaracuy, Chorro y Charay, los cuales junto a los ríos Gurabao, Buria, Turbio y otros, abastecen el embalse de la Majaguas.

Este Monumento está ubicado dentro de la Zona de Vida Bosque Húmedo Tropical. Al cerro de María Lionza o montaña se Sorte acuden muchas personas durante el año. En especial los días de San José, la Virgen de Coromoto, la Virgen del Carmen y el 12 de octubre.

La montaña de Sorte posee una extensión de 40.000 hectáreas aproximadamente repletas de bosques vírgenes a una altura de 1804 metros sobre el novel del mar. EL lugar es de gran interés turístico debido a la leyenda de María Lionza, algunos residentes asegura haberla visto montada sobre una danta.

Es un lugar lleno de misticismo, se recomienda a sus visitantes ir acompañados de un guía. Algunos sitios de importancia mística son: Quibayo, Aracal, La Danta, el Loro, Meriniza, Bachicabure, las Cascadas, Loro, Sorte, los Posos, la Fortaleza, el Palacio de la doña entre muchos como la piedra de los Pactos y el Tribunal.

Leyenda de María Lionza

Según la leyenda  María Lionza (Yara) fue una doncella Nívar, hija encantada de un poderoso cacique de Nirgua. El Chamán de la aldea había predicho que cuando naciera una niña de ojos extraños, ojos color verde agua, había que sacrificarla y ofrendarla al Dueño de Agua, al Gran Anaconda porque si no vendría la ruina perpetúa y la extinción de los Nívar.

Pero su padre fue incapaz de hacerlo. Y escondió a la niña en una cueva de la montaña, con 22 guerreros que la vigilaban e impedían su salida. Ella tenía prohibido verse en los espejos de agua.

Pero un día una fuerza misteriosa adormeció a los guardianes y la bella joven salió de la cueva y camino hasta el lago, descubriendo su propio reflejo en el agua. Ella estaba encantada con su visión. Así despertó al Dueño de Agua al Gran Anaconda, quien emergió de las profundidades, enamorándose de ella y atrayéndola hacia sí.

En el lago María Lionza y la poderosa serpiente celebraron una comunión espiritual y mística. Cuando su padre descubrió la unión, intento separarlos. Entonces la Anaconda creció se hizo enorme y estallo provocando una gran inundación que arrasó con la aldea y su gente. Desde ese día María Lionza se volvió la Diosa protectora y dueña de las lagunas, ríos y cascadas, madre protectora de la naturaleza, animales silvestres y reina del amor.

El mito de Yara sobrevivió a la conquista española, aunque sufrió algunas modificaciones. En este sentido, Yara fue cubierta por la religión católica con el manto de la virgen cristiana y tomó el nombre de Nuestra Señora María de la Onza del Prado de Talavera de Nívar. Sin embargo, con el paso del tiempo, sería conocida como María de la Onza, o sea, María Lionza.

NAM/Agencia/Loremar Gamboa