jueves 28 de marzo de 2024

¡EFEMÉRIDES! #9Dic Se conmemora el natalicio del poeta José Ramón Yepes

José Ramón Yepes Moreno nació en Maracaibo el 9 de diciembre de 1822 y murió ahogado en el Lago de Maracaibo el 22 de agosto de 1881. Marino y escritor (poeta y narrador). Fue llamado El Cisne del Lago y usó el seudónimo de Guairaratín.

De niño sufrió una fractura en una pierna y debió ser trasladado a Caracas, para ser asistido por José María Vargas; recuperado de su lesión estudió en el colegio de don Feliciano Montenegro y Colón, donde adquirió una sólida formación ciudadana y una cimentada cultura literaria, a la vez que empezó a conocer algunos de los héroes de la Independencia.

El 1 de diciembre de 1840 se embarcó en la goleta de guerra 28 de Diciembre, donde inició una prolongada y ascendente carrera marina que lo llevó a general de brigada en 1864, grado que equivale al contralmirante de la actualidad.

Dentro de su hoja de servicio merece destacarse que estudió en la Escuela Naval de Maracaibo (1842), que peleó en el combate naval del puerto de Capana (1848) y en ese mismo año comandó la goleta Intrépida en el paso de la Barra de Maracaibo; fue comandante del bergantín Presidente y del vapor de guerra General Jackson, comandante del apostadero y capitán del puerto de Maracaibo en tres ocasiones (1850, 1858 y 1873), director de marina en el Ministerio de Guerra y Marina (1874 y 1877), ocupando la cartera como ministro de Guerra y Marina, por 21 meses, en ausencia del titular general José Gregorio Varela. Además ocupó los cargos de diputado y senador al Congreso Nacional.

Sus últimos años transcurrieron en Maracaibo, donde su muerte fue rodeada de una hermosa leyenda, que ha difundido que trabajando en una poesía conmemorativa del Centenario de Bello, llegó hasta el borde del muelle y quizás absorto con la noche en el Lago, cayó a sus aguas y se golpeó con el borde del muelle, ahogándose en las tersas aguas del mismo.

El duelo regional fue inmenso y se buscó su cadáver hasta localizarlo y llevarlo hasta su última morada en el cementerio, de donde en 1949, sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional. Perteneció a la primera generación romántica venezolana, donde debe considerársele su mayor figura, ya que Abigaíl Lozano y José Antonio Maitín no logran superar su calidad, que sin embargo ha sido señalada de falta de pulimento literario por Jesús Semprum.

Tres temas destacan en su obra poética el nativista, como en Maracaibo a la claridad de la luna, el nativismo trascendente como La media noche a la claridad de la luna, pleno de misterio y alucinamiento y el tema indigenista en Guaicaipuro, Alaida y Cortez, Los hijos de Parayaute y la inconclusa Maracaida.

Hacia 1860 escribió dos pequeñas narraciones en prosa tituladas Anaida e Iguaraya, donde volvió al tema indígena, con sus personajes y escenarios pero no a los argumentos que parecen traídos de una novela romántica francesa, y que ha permitido a algunos críticos llamarlo el “padre de la novela romántica en Venezuela”; según Oscar Sambrano Urdaneta nada puede rescatar del olvido a esa obritas por su simplismo argumental, aunque debe reconocerse su acierto como creador de caracteres y por su vocación americanista.

Su nombre debe ser rescatado para la historia literaria venezolana, por la calidad de su poesía. Se le ha honrado con dos bustos en la ciudad de Maracaibo, uno en la plaza de su nombre, esculpido por R. Luchetti y otro en el Parque de La Marina, además de ser epónimo de un instituto educativo, una calle y una parroquia en el municipio Jesús Enrique Lossada.

NAM/Agencias