Un día como hoy, hace 19 años, falleció María Reiche en Lima. Aunque estudió matemática, geología y pedagogía, Reiche es reconocida por su infatigable investigación sobre las Líneas de Nasca, en la región Ica. La ‘Dama de la Pampa’, como era llamada, nació en Dresde (Alemania) en 1903. Ella llegó al Perú en 1932 y durante 52 años se dedicó a tiempo completo al estudio de los misteriosos geoglifos que se extienden en el desierto iqueño y dejó de existir en Lima, Perú, el 08 de junio de 1998, a la edad de 95 años.
Gracias, en buena cuenta, al trabajo de investigación y promoción de María Reiche, las Líneas de Nasca fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. No obstante, la gesta solitaria de Reiche para conservar este espacio arqueológico empezó muchos años atrás, cuando impidió un proyecto de irrigación experimental que amenazaba con destruir las Líneas de Nasca.
Esa primera batalla se ganó en 1955 cuando el Congreso declaró unos 500 kilómetros cuadrados de Nasca como zona arqueológica intangible. Hoy, la zona protegida de las líneas tiene 21 mil kilómetros cuadrados entre las provincias iqueñas de Nasca y Palpa.
María Reiche fue conocida como la ‘Dama de la Pampa’ debido que era usual verla recorrer el desierto en busca de explicaciones sobre las líneas. Muchos vecinos de Nasca la veían remover con escobas la arena que cubría las líneas prehispánicas. Durante la década del 80, Reiche fue varias veces premiada y en 1992 recibió la Orden del Sol en mérito a su aporte a la cultura peruana.
NAM/El Comercio
