Se cumplen 188 años de la muerte del escritor, periodista y exponente Cecilio Acosta, quien falleció en Caracas el 8 de julio de 1881. Fue hijo de Ignacio Acosta y Juana Margarita Revete Martínez, una familia de origen humilde.
Este exponente humanista venezolano, tuvo una gran atribución entre todos los intelectuales y jóvenes, debido a sus al vigor de sus escritos y lo hermoso de su poesía. Formó parte junto a Juan Vicente González, Fermín Toro y Rafael María Baralt de la generación intelectual de la Independencia y la República.
Para 1846, Acosta salta a la palestra pública al dar a conocer en los periódicos La Época y El Federalsus reflexiones sobre la situación en la que se hallaba el país, dividido entre conservadores y liberales. Desde entonces el pensamiento de este periodista toma énfasis hacia el humanismo y el liberalismo.
En 1856, publica uno de sus más importantes ensayos sobre la educación: Cosas sabidas y cosas por saberse. Un año después, mantiene una polémica con Ildefonso Riera Aguinagalde sobre la doctrina liberal. En ese entonces sostiene una nutrida correspondencia con notables de Latinoamérica, España y Venezuela. Además, se convierte en un ascendiente moral sobre las nuevas generaciones.
A pesar de su importancia en la formación de los nuevos intelectuales y científicos, este célebre hombre murió pobre. Desde el 5 de julio de 1937 sus restos reposan en el Panteón Nacional, y para 1981, la Fundación Casa de Bello preparó la edición de sus obras completas.
NAM/Agencias
