Hace once años, víctima de una afección cardíaca, dejó de existir en Caracas el poeta, periodista y humorista venezolano Aníbal Nazoa, uno de los escritores que mejor retrató los momentos más relevantes del siglo XX y quien dejó una densa obra en los diversos géneros de la literatura venezolana.
Hermano del también escritor y poeta Aquiles Nazoa, Aníbal había nacido en Caracas el 12 de septiembre de 1928. A la edad de 18 años participó en la fundación y puesta en marcha del semanario humorístico El morrocoy azul. Más tarde, integró el equipo del semanario Fantoches, los semanarios humorísticos El tocador de señoras, Dominguito, El fóforo y La sápara panda.
Durante muchos años, bajo el pseudónimo de Matías Carrasco, firmó su columna Aquí hace calor, que retrataba con incisivos artículos de opinión la cotidianidad criolla, y Puerta de Caracas, donde inmortalizó sus crónicas sobre la capital venezolana.
Su humor mordaz y sus sátiras le involucraron en muchas querellas. Se cuenta que, en cierta ocasión, un juez expidió orden de detención contra Aníbal Nazoa porque este denunció que «en una sentencia [el juez] violaba salomónicamente tanto las leyes de la República como las del castellano».
Entre sus obras escritas destacan Aquí hace calor (1969), Obras incompletas (1969), Las artes y los oficios (1973) y La palabra de hoy (1981). Recibió el Premio Nacional de Periodismo, en 1969, y el Premio Municipal, en 1975, además de múltiples reconocimientos y condecoraciones.
NAM/Agencias
