Desde su nacimiento, el 10 de junio de 1935, mucho se ha hablado de la comunidad de Alcohólicos Anónimos, que ofrece una solución ante la problemática del alcoholismo. Esta comunidad se inicia cuando dos alcohólicos, un corredor de bolsa, Bill W. y un médico, el Dr. Bob, se encontraron y compartieron sus experiencias, practicando así lo que sería un “método”que se sigue utilizando eficazmente en los grupos de AA en más de 180 países en el mundo, y que ha recuperado a millones de alcohólicos.
Uno de los co-fundadores, Bill W., fue un exitoso corredor de bolsa de Nueva York, cuyo alcoholismo terminó por llevarle a varias hospitalizaciones y a la ruina. En 1935, ya con unos meses sin beber, viajó a la población de Akron, Ohio, Estados Unidos, donde sintió tambalear su decisión de dejar la bebida, pero no bebió sino que buscó de inmediato a otra persona que tuviera el mismo problema con el alcohol, así encontró al Dr. Bob con quien compartió sus experiencias desapareciendo su ansiedad por la bebida. Bob dejó de beber el 10 de junio, y de inmediato ambos Bill y Bob fueron en busca de otros alcohólicos con quienes compartir y a quienes ayudar. Ese fue el nacimiento de AA. Han transcurrido 83 años de aquel encuentro en 1935, desde entonces el mensaje de Alcohólicos Anónimos se ha difundido por el mundo salvando vidas.
Aunque la mayor parte de las personas confunden el alcoholismo con el abandono y la indigencia, se ha establecido que del 100 % de quienes tienen problemas de alcohol, sólo el 5 % se encuentra en condición de calle, mientras el 95 % restante lleva una vida aparentemente “normal”. El alcoholismo afecta física, mental y emocionalmente a quien la sufre, no distingue diferencias sociales, culturales, de sexo, raza o religión, y perjudica tanto al alcohólico como a su entorno familiar, social y laboral. Este es un hecho ignorado por la mayoría de la gente, a lo que se suma la negación por parte del mismo enfermo alcohólico, y el estigma social que la acompaña.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el alcoholismo es una enfermedad progresiva y mortal, que además del deterioro físico y mental, tiene manifestaciones asociadas como problemas gástricos, hepáticos, cardiovasculares, entre otros, además de provocar suicidios, accidentes de tránsito y violencia doméstica, que pese a que no se registran como producto del alcohol están ligados a su consumo.
Venezuela tiene el mayor promedio de consumo de alcohol de toda Latinoamérica, se calcula que cerca de 3 millones de personas en el país tienen problemas con su manera de beber, y día a día se multiplican los jóvenes y adultos que adquieren la enfermedad del alcoholismo, lo que representa un foco importante en el deterioro de la salud en nuestro país.
NAM/Agencias
