La principal característica del conjunto de distorsiones que presenta actualmente la economía venezolana es que se ha generado una dualidad monetaria sin precedentes en la historia del país. Pero incluso ese sistema bimonetario podría tonarse un sistema ‘poli-monetario’, es decir, una economía con más de dos monedas en circulación: el bolívar, el petro y el dólar.
Y es que el economista y director de la firma Ecoanalitica, Asdrúbal Oliveros, indicó que “el bolívar va a convivir como unidad de cuenta del gobierno nacional junto con el Petro para el año que viene, aunque el principal economizador en Venezuela sea el dólar”, dijo en una entrevista al portal de finanzas Descifrado.
Esto implica que el gobierno de Nicolás Maduro seguirá llevando sus registros contables, presupuesto y gasto público en bolívares, pues ese financiamiento lo obtiene de la emisión descontrolada de bolívares sin respaldo desde el Banco Central. Sin embargo, también utilizará el petro como unidad de cuenta.
Un detalle sobre esa criptomoneda creada por el Gobierno es que no tiene valor real de mercado por oferta y demanda, por lo cual no posee cotizaciones ni transacciones debido a que está vetada en su uso por parte del sistema financiero mundial de Estados Unidos, y además, porque no tiene existencia comprobada en las cuentas del sector empresarial venezolano ligado al gobierno de Maduro.
Asimismo, explicó que el año próximo Venezuela se enrrumba hacia su séptimo año de contracción. «Estamos esperando que la inflación desacelere, este año pudiéramos cerrar con una inflación entre 12.000 y 15.000 por ciento», precisó.
La inflación persistirá para el próximo año e incidirá en un fuerte y acelerado proceso de expansión de la dolarización agresiva que se vive en el país. Por esa razón, el dólar seguirá siendo la moneda que cumpla las tres funciones básicas que el bolívar perdió hace tiempo: unidad de cuenta, reserva de valor y medio de cambio.
El bolívar pasará a ser una unidad de cuenta mínima y reducida solo para transacciones simples del menudeo comercial cotidiano o en el pago de servicios básicos diarios como el transporte público, pero solo hasta ese límite. De hecho, no se descarta que el proceso de dolarización aumente por encima del 53% actual en todo el país hasta el punto en que el bolívar se extinga o quede desmonetizado tanto por la hiperinflación como por el dominio absoluto del dólar en todas las estructuras de costos, pagos, precios, transacciones, préstamos, créditos y negociaciones en el sistema bancario-financiero.
Ante esto, añadió que el país vive una dolarización caótica, no creo que haya una dolarización formal porque no hay capacidad de negociación entre el gobierno venezolano y la Reserva Federal de EEUU
Resaltó que el 50% de la población está en unas condiciones extremadamente precaria, que se sigue manejando en bolívares y se mantiene en pobreza extrema.
Desde Ecoanalitica se estima que este año el tema remesa en Venezuela mueva alrededor de 3.500 millones de dólares, no todos esos dólares entran en la economía, hay una porción que se queda afuera.
El flujo de dólares que entrará al país en 2020 podría incrementar la liquidez monetaria en divisa estadounidense hasta un nivel en el que la banca venezolana tenga que comenzar a otorgar créditos en dólares, esto solo en caso de que el gobierno de Nicolás Maduro haga una nueva apertura gradual como política de flexibilización de la economía y de un control de cambio que, en la práctica, actualmente está desmontado y disuelto por la misma fuerza la hiperinflación, la dolarización y la mutación de la economía venezolana.
Por otra parte, resaltó que “es imposible determinar si los dólares son obtenidos de forma ilícita en el país porque hay muchos factores de origen ilegal y legal que conviven en el país”.
Ricardo Serrano
