domingo 30 de junio de 2024

¡DISCURSO NAVIDEÑO! El Rey reivindica un pacto por la convivencia dentro de la Constitución

Convivencia es la palabra. Convivencia es el bien más preciado. Convivencia es el antídoto para el resentimiento, la división y las injusticias. En una sola palabra, podrían resumirse las 1.275 que el Rey ha pronunciado durante su tradicional mensaje navideño que, grabado el pasado domingo, se ha hecho público este lunes por la noche. Ha sido el quinto discurso de Felipe VI, el primero con un Gobierno socialista, y aunque, por primera vez, se han evitado las referencias políticas coyunturales (no ha habido cita expresa a Catalunya, ni a las voces antisistema), sí se ha enviado un claro mensaje: que las divisiones pueden poner en peligro la estabilidad del Estado. El Rey ha hecho un llamamiento a reforzar “los vínculos que nos unen y que siempre nos deben unir”, optando por referencias de carácter general a los principios de una sociedad que defiende la democracia y la libertad. “La convivencia”, ha concluido, “es el mayor patrimonio que tenemos los españoles”.

En un tono didáctico, el Rey se ha dirigido especialmente a las nuevas generaciones y ha pedido un pacto de convivencia en el que “el respeto a las personas, las ideas y los derechos de los demás” impida que renazcan “el rencor y el resentimiento que forman parte de nuestra peor historia”. El Rey ha considerado que “la superación de los grandes problemas y de las injusticias nunca puede nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y de la unión ante los desafíos y las dificultades”. El Rey se ha referido, una vez más, a la necesidad de alcanzar consensos cívicos y sociales que “aseguren el gran proyecto de modernización de España”.

Discurso de Navidad

La convivencia se basa en el respeto a las personas, a las ideas y a los derechos de los demás”

Como ha hecho en los últimos meses, en sus diferentes intervenciones públicas, el Rey ha puesto a la Constitución como eje sobre el que pilota la acción política. En uno de los párrafos más claros del mensaje, el Rey ha reivindicado la vigencia de la Carta Magna: “No es una realidad inerte, sino una realidad viva que ampara, protege y tutela nuestros derechos y libertades. Todos los proyectos necesitan unos cimientos sólidos y la España de hoy los tiene, porque están hechos de una voluntad decidida de concordia, de paz y de entendimiento”.

La celebración de 40.º aniversario de la Carta Magna ha propiciado la reivindicación del espíritu de la transición, pero en su mensaje de Navidad el jefe del Estado ha ido un poco más allá. Consciente de que las nuevas generaciones no sólo no vivieron, sino que ni tan siquiera parecen conocer el marco político en el que se produjo el pacto constitucional, el Rey ha decidido esta noche dirigirse especialmente a los españoles más jóvenes. En un tono didáctico, alejado de la instrucción o la recriminación, el Rey ha comenzado recordando los ideales que animaron y unieron a los españoles durante la transición política: “la reconciliación y la concordia; el diálogo y el entendimiento; la integración y la solidaridad”. Se ha referido en ese punto a quienes vivieron aquellos años, unidos, ha dicho, en un objetivo muy claro: “la democracia y la libertad en España”. Un éxito que lograron y del que se han beneficiado las siguientes generaciones. “Lo que debemos hacer hoy es todo lo que esté en nuestras manos para que las reglas que son de todos sean respetadas por todos”, ha señalado.

La Constitución no es una realidad inerte, sino viva que protege y tutela nuestros derechos”

Dirigiéndose claramente a los más jóvenes, el Rey ha reconocido también que a pesar de los logros de pasado, el país tiene una deuda con las nuevas generaciones. “Somos responsables de su futuro y las circunstancias, hoy en día no son, ni mucho menos, las más fáciles”. En ese punto, el mensaje se ha acercado a la realidad de esa juventud a la que se ha dirigido especialmente: “Queréis vivir y convivir, pero tenéis problemas serios”, haciendo referencia a la falta de trabajo, a la necesidad de un salario digno y a la dificultad de la conciliación de la familia con la vida laboral.

La reflexión final ha resumido sus palabras en una frase: “La convivencia es el mayor patrimonio que tenemos los españoles”, recordando que es “la obra más valiosa de nuestra democracia… Debemos evitar que se deteriore, debemos defenderla, cuidarla y protegerla y hacerlo con responsabilidad y convicción. Así lo hemos demostrado durante los últimos 40 años de libertad porque hemos creído en nosotros mismos y en nuestras propias fuerzas”.

No podemos permitir que renazcan el resentimiento y el rencor, lo peor de nuestra historia”

Para lograr ese propósito, el Rey ha propuesto seguir adelante, “con coraje y sin descanso, haciendo cada uno lo que nos corresponde y apoyando a quien cumple con su obligación; sumando todas nuestras fuerzas en el deseo de una España siempre mejor, porque los españoles lo merecemos”.

NAM – La Vanguardia