El Reino Unido ha guardado a las 16:00 horas de ese sábado -hora peninsular española- un minuto de silencio, coincidiendo con el inicio del funeral en memoria del duque de Edimburgo, consorte durante más de siete décadas de la reina Isabel II, que falleció el pasado 9 de abril a los 99 años.
El cortejo fúnebre que ha trasladado el cuerpo sin vida del príncipe Felipe ha partido minutos antes desde el castillo de Windsor en dirección a la capilla de San Jorge, donde se oficia la ceremonia, en la que solo participan 30 personas, debido a la pandemia del coronavirus.
Cubierto por el estandarte personal del duque de Edimburgo, su espada, su gorra de la Marina y una corona de flores, el ataúd ha sido protado a bordo de un todoterreno Land Rover verde diseñado por él mismo.
Regiments with a special relationship to The Duke of Edinburgh form up in the Quadrangle at Windsor Castle.
Military bands play music including ‘I Vow to Thee My Country’ and ‘Jerusalem’. pic.twitter.com/Pak2TqVW8v
— The Royal Family (@RoyalFamily) April 17, 2021
Tras el vehículo, una comitiva a pie a acompañado el féretro, liderada por el heredero de la corona británica, el príncipe Carlos, y su hermana, la princesa Ana, seguidos de sus hermanos, los príncipes Eduardo y Andrés, mientras que la reina Isabel II ha realizado el trayecto a bordo de su propio vehículo, un Bentley.
En la tercera línea de la procesión fúnebre estaban sus nietos Guillermo y Enrique, aunque entre ambos se ha situado su primo Peter Philips, hijo de la princesa Ana y su primer marido, el capitán Mike Philips.
Es la primera ocasión en la que el príncipe Enrique se reencuentra con la familia real, después de que el año pasado anunciara, junto con su esposa Meghan, duquesa de Sussex -ausente del evento por estar embarazada- que abandonaban sus funciones como miembros de la realeza para residir en Estados Unidos.
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