martes 21 de mayo de 2024

¡DESEQUILIBRIOS! LVL: «Sólo 15% de la población tiene capacidad de compra elevada»

La instauración de la crisis económica como un factor que ha modificado todo el estado de cosas en la sociedad venezolana marca una fuerte y notoria desigualdad en la población. Así lo infiere Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, quien afirma que el gobierno de Nicolás Maduro perdió su capacidad para estabilizar la economía, aunado a una serie de distorsiones económicas que explicó tras un estudio realizado sobre la situación actual del país.

«El gobierno perdió su capacidad de estabilizar la economía y se quedó pegado en una estrategia de encaje legal que restringe liquidez y crédito para parar artificialmente devaluación e inflación, a costa de poner en riesgo mortal a la banca y a la industria local. Todo inestable», explicó León en su cuenta de Twitter. 

Esto implica que la reciente política económica del Gobierno y del BCV para tratar de minimizar el impacto del dólar y de la hiperinflación, aunque generó una ralentización del aumento de los precios y de la cotización de llamado «dólar paralelo», disminuyó el consumo y luego la incertidumbre generalizada sobre la crisis causó expectativas que subieron la demanda de dólares en medio de una reducida oferta, más el aumento del gasto público del Gobierno que rebotó nuevamente en la inflación y la presionó al alza.

Y a pesar de que la inflación bajó de 100% y 50% mensual hasta un 20% y 30% en junio, después de cinco meses de aceleración, se espera que vuelva a repuntar a partir de agosto y también se espera una leve aceleración en julio para el próximo informe que dará la Asamblea Nacional.

«Venezuela es un país destruido macroeconómicamente y tiende a empeorar, pero hay burbujas que dependen de consumidores con acceso a divisas, algunos por sus ahorros históricos, otros por auto generación actual y finalmente los receptores de remesas, que crecen sustancialmente», agregó el analista.

León se refiere a que la proliferación del dólar y de los negocios con servicios y productos de alcance extranjero han causado una separación socioeconómica en la que se ve un nivel de consumo alto en los venezolanos que manejan divisas, mientras que el grueso de la población ingresa bolívares devaluados por la inflación.

«El tamaño de la burbuja más fuerte en consumo y con capacidad de compra elevada (hay otras más moderadas) es de 15% de la población. Muy pequeña en comparación a la historia de la Venezuela rica pero más grande que Panamá completa, lo que explica porque hay segmentos hiperactivos», argumentó.
El 85% de la población vive situaciones económicas personales y familiares que no escapan de las distorsiones económicas que más inciden directamente en la vida cotidiana de los ciudadanos: la merma del poder adquisitivo y la devaluación casi diaria de los ingresos en bolívares, generalmente tasados en salarios mínimos (Bs. 40.000).
«En paralelo a esa Venezuela que sigue demandando y consumiendo, preferentemente productos importados, convive una mayoría contundente de los venezolanos dependiente de los subsidios estatales (CLAPs y bonos) con los que mal vive, pero se hace controlable socialmente», apuntó.
La brecha socioeconómica tan grande que se ha generado en el país implica entonces que el consumo se ha limitado a una pequeña parte de la población mientras que, en paralelo y en coexistencia diaria y habitual, el control político del Gobierno se ha trasladado a las capas sociales más afectadas por la crisis y permeadas por la pobreza, que se ubica en un 80% y la pobreza extrema en 60%.
«El gobierno se vio obligado a abrir de facto la economía, permitiendo liberaciones de precios y cambio (sin anuncios ni decretos) pero su capacidad de rescatar equilibrios es mínima al hacerlo sin confianza alguna de los agentes económicos y con el mundo moderno cerrado por sanciones», finalizó León.
De esta forma, el experto asegura que la crisis económica venezolana ya está tan avanzada que aunque el Gobierno flexibilizó su férreo sistema de control estatal con un modelo político socialista, el margen de maniobra que tiene para recuperar la economía nacional es muy estrecho debido al aislamiento internacional hacia los mercados financieros globales por la medidas coercitivas de Estados Unidos.
NAM/Ricardo Serrano